Reflexión
“Oh. Soledad mi sola compañía. Oh, musa de portento que el vocablo diste a mi voz que nunca te pedía, responde a mi pregunta, con quien hablo, ausente de ruidosa mascarada divierto mi tristeza sin amigos, contigo dueña de la faz velada, siempre velada al dialogar conmigo, hoy pienso que este que soy será quien sea ya no es un enigma este semblante que en el íntimo espejo se refleja sino el misterio de tu voz amante descúbreme tu rostro que yo le vea fijos en mi tus ojos de diamante.” (De Don Antonio Machado).
Vemos aquí al poeta cantarle a su soledad y también reconocer a su musa que le dio el vocablo sin que él se lo pidiera, pero el esta interesado por conocer a su musa y mírala al espejo, pero claro que él no la puede verla materialmente, sino que le tiene que hablar espiritualmente y que en esos paseo que daba el maestro Machado por la arboleda de Soria cuantos diálogos tendrían en la soledad del camino, los amigo les gusta pasear mientras van charlando, esto lo conoce el poeta cuando se deja llevar por esa intimida que aunque va andando pero lleva la mirada muy dentro, y es que el poeta tiene mucho de místico porque sabe encontrar el vocablo justo y darle un toque lirico a sus composiciones poéticas, aunque el poeta se queja de no tener amigos materiales, pero goza de esa espiritualidad de la que siempre va acompañado de sus recuerdo, el poeta también tiene momentos de nostalgia da algún amor que tuvo y que se le fue cuando más estaba gozando de su presencia y cuando se le va la echa de menos y gime en su interior, porque quiere oír su voz y el aire de la arboleda al incidir en hojas de los chopos le traen esa voz que el lleva en su interior y la goza, es una dicha de las almas que tienen ese don de vestir todo de hermosura y hasta el aires se adormece en sus sentidos, el poeta es un místico y cuando esta con su musa pierde la noción del tiempo y es que esta tan imbuido en su interior que se pasa las horas felices aunque no es un placer salir de ese trance que es como un embeleso, y al volver a su estado natural se da cuenta de la dureza de la vida y que materialmente tiene que hacerle frente a todos los problemas que esta da.
06-06-24
“Oh. Soledad mi sola compañía. Oh, musa de portento que el vocablo diste a mi voz que nunca te pedía, responde a mi pregunta, con quien hablo, ausente de ruidosa mascarada divierto mi tristeza sin amigos, contigo dueña de la faz velada, siempre velada al dialogar conmigo, hoy pienso que este que soy será quien sea ya no es un enigma este semblante que en el íntimo espejo se refleja sino el misterio de tu voz amante descúbreme tu rostro que yo le vea fijos en mi tus ojos de diamante.” (De Don Antonio Machado).
Vemos aquí al poeta cantarle a su soledad y también reconocer a su musa que le dio el vocablo sin que él se lo pidiera, pero el esta interesado por conocer a su musa y mírala al espejo, pero claro que él no la puede verla materialmente, sino que le tiene que hablar espiritualmente y que en esos paseo que daba el maestro Machado por la arboleda de Soria cuantos diálogos tendrían en la soledad del camino, los amigo les gusta pasear mientras van charlando, esto lo conoce el poeta cuando se deja llevar por esa intimida que aunque va andando pero lleva la mirada muy dentro, y es que el poeta tiene mucho de místico porque sabe encontrar el vocablo justo y darle un toque lirico a sus composiciones poéticas, aunque el poeta se queja de no tener amigos materiales, pero goza de esa espiritualidad de la que siempre va acompañado de sus recuerdo, el poeta también tiene momentos de nostalgia da algún amor que tuvo y que se le fue cuando más estaba gozando de su presencia y cuando se le va la echa de menos y gime en su interior, porque quiere oír su voz y el aire de la arboleda al incidir en hojas de los chopos le traen esa voz que el lleva en su interior y la goza, es una dicha de las almas que tienen ese don de vestir todo de hermosura y hasta el aires se adormece en sus sentidos, el poeta es un místico y cuando esta con su musa pierde la noción del tiempo y es que esta tan imbuido en su interior que se pasa las horas felices aunque no es un placer salir de ese trance que es como un embeleso, y al volver a su estado natural se da cuenta de la dureza de la vida y que materialmente tiene que hacerle frente a todos los problemas que esta da.
06-06-24