Reflexión
“Señor haz que ame de corazón a todos los que me rodean mientras espero agradecido la vuestra abrazada de bienvenida que me llena de paz y de vida”. (De la oración de ferroviario).
Se dice que es de bien nacidos el ser agradecido, siempre he tenido en cuenta esta sentencia, pues me ha gustado ser agradecido a todas aquellas personas que me han hecho bien y que han sido muchas desde que yo tengo memoria, también soy agradecido a aquellas personas que me corrigieron en este camino que es la vida.
Nunca desprecié a las personas que me corrigieron, porque siempre pensé, que era el Señor que me corregía a través de las personas y esto me llevo a no caer en el odio de ninguna de las personas que me llamarón la atención, pues siempre las recuerdo porque me hicieron bien sin ellas saberlo.
Goce de la amistad buena, aunque cada vez quedan menos personas, porque todas se van yendo, pero muy en especial me acuerdo de un manchego con el cual trabé una amistad de hermano, porque siempre que fui a su casa me ofrecía de todo cosa que no tuve con los hermanos de sangre.
Esta amistad suele darse muy pocas veces, pero también existe la amistad buena que se llama compañerismo, y nadie sabe el valor que tiene cuando damos con un compañero bueno en los trabajos que nos puede ayudar en un momento dado y sacarnos de apuros de estos también los he disfrutado, porque siempre fui colaborador del hombre sin importarme su procedencia, pues siempre me consideré ciudadano del mundo.
27-05-24
“Señor haz que ame de corazón a todos los que me rodean mientras espero agradecido la vuestra abrazada de bienvenida que me llena de paz y de vida”. (De la oración de ferroviario).
Se dice que es de bien nacidos el ser agradecido, siempre he tenido en cuenta esta sentencia, pues me ha gustado ser agradecido a todas aquellas personas que me han hecho bien y que han sido muchas desde que yo tengo memoria, también soy agradecido a aquellas personas que me corrigieron en este camino que es la vida.
Nunca desprecié a las personas que me corrigieron, porque siempre pensé, que era el Señor que me corregía a través de las personas y esto me llevo a no caer en el odio de ninguna de las personas que me llamarón la atención, pues siempre las recuerdo porque me hicieron bien sin ellas saberlo.
Goce de la amistad buena, aunque cada vez quedan menos personas, porque todas se van yendo, pero muy en especial me acuerdo de un manchego con el cual trabé una amistad de hermano, porque siempre que fui a su casa me ofrecía de todo cosa que no tuve con los hermanos de sangre.
Esta amistad suele darse muy pocas veces, pero también existe la amistad buena que se llama compañerismo, y nadie sabe el valor que tiene cuando damos con un compañero bueno en los trabajos que nos puede ayudar en un momento dado y sacarnos de apuros de estos también los he disfrutado, porque siempre fui colaborador del hombre sin importarme su procedencia, pues siempre me consideré ciudadano del mundo.
27-05-24