BELMONTE: A Anaxímenes...

A Anaxímenes

Es toda una sorpresa
que él bien se la cuece
pues siempre él se mece
de bien que la expresa.

Quiere dar la ilusión
a nosotros y al mundo
pero nos lo pone crudo
restándole su emoción.

Habla con Anaxímenes
y le nombra su principio
dándose aire y bríos
esto hoy son memeces.

Como el que bien almuerza
se pierde en sus delirios
el paro llena los ríos
y la despensa su fuerza.

El paro suma millones
va la gente cabreada
y en la plaza parada
sin entender su razones.