BELMONTE: Meditación...

Meditación

Vamos a traer la figura de Agustín de Tagaste, para hacer un estudio sobre la evolución que tuvo como persona en el campo intelectual.

Según los datos que han llegado hasta nuestros días de su vida nos dicen que nace un trece de Noviembre del año trescientos cincuenta y cuatro y fallece el 28 de Agosto del año cuatrocientos treinta, en Tagaste. Fuero sus años 76.

Vemos que alcanzo una edad considerable para aquellos tiempos, y esto nos da a entender que tuvo una buena salud a nivel general, y según su biógrafo Posidio conservo vista y oído hasta última hora. Hemos de decir que Agustín tuvo una vida llena y completa humanamente hablando.

Para esto tenemos el testimonio que él nos dejo en sus Confesiones y que nos habla como el Señor lo fue modelando hasta llegar a la perfección que alcanzo.

Agustín nace en un hogar formado por el matrimonio compuesto por Patricio y Mónica, él pertenecía a la rama de la magistratura de Tagaste, o sea que era funcionario del Imperio Romano, ella no se le reconoce ninguna profesión a nivel intelectual lo cual quiere decir que se dedico a sus labores, y al cuidado de sus hijos.

De este matrimonio nacen tres hijos por este orden: Navigio, Aurelio Agustín, y Perpetua, esta fue casada y cuando enviudo formo parte de la orden Agustina y fue la primera Abadesa del ramo de la orden femenina Agustina.

Navigio siempre formo parte del grupo de personas que convivieron toda la vida con Agustín. Haciéndose monje de la orden que creo su hermano Agustín.

Agustín desde temprana edad se manifiesta como un niño prodigio por las cualidades que traía para los estudios, aprendió las primera letras y números como todos los niños de aquella época, canturreando en el parvulario con otros niños.

Aunque Agustín no habla de su padre, porque según algunas fuentes por aquel tiempo no estaba bien visto hablar de los padres, hemos de decir que Patricio consciente de que su hijo Aurelio Agustín tenia buena disposición para el estudio no regateo ningún esfuerzo y le brindo todas las oportunidades económicas a su alcance para que Agustín se desarrollara en buenos colegios.

Cuando le falto esta ayuda por la muerte de su padre, tuvo que interrumpir sus estudios y fue entonces cuando conoció a la madre de su hijo Adeodato que nacio aquel años dieciséis de su vida.