Reflexión
“Enséñame Señor a recordar mi pasado y asumir y vivir mi presente”
"
Una de las damas de la Prudencia es la "memoria de lo pasado", y es que el hombre tiene la facultad de la memoria para reconstruir su vida pasada recordándola desde que tiene uso de razón y antes y de los que no se acuerde por ser un bebe, la fuente más fidedigna es su madre, a la cual puede preguntarle como era su comportamiento de niño.
De esta forma puede cubrir la laguna que va desde su nacimiento hasta su uso de la razón, y es que nuestra madre ha sido la que nos ha observado desde que salimos de su claustro materno como nos hemos comportado y las enfermedades que hemos padecido y ella nos lo ira diciendo porque yo doy fe de ello porque le pregunte a mi madre por estas cosas y ella me respondió, diciéndome que fui un bebe poco llorón pero que siempre tuve mala cara como si estuviese enfermo, y ella me llevaba al médico de cabecera varias veces y este le decía que no se preocupara del color de la cara del niño que esa era su construcción y en cuanto a la salud le decía que tenia más salud que ella y que él.
Pues era cierto lo que le decía el doctor, pues de niño nunca estuve enfermo y nunca lleve bufanda porque no padecí de las aginas como otros hermanos míos era buen comedor, pero nunca estuve gordo y nunca me cansaba, fui de carácter nervioso y siempre quise hacer las cosas muy deprisa y avece las hacia mal, tuve mucha ilusión por los libros de niño, pero Sali pronto de la escuela y fue cuando venia espantando que fue a los diez años.
Desde entonces me pusieron a trabajar en labores de temporada y luego más tarde empecé a ir detrás de un par de mulas y estuve en la simienza y luego labrando las viñas y no me cansaba y cuando tenia trece años mi hermano se puso malo con bronquitis y yo también no se si esto fue una trasmisión de la enfermedad, pero aquella mañana de domingo fui a misa al convento de los frailes y volvió a casa malo y estuve un mes en la cama.
Y se acercaba el verano y me puse mejor y fui de trillador y cogiendo fuerza y me puse mejor y pase toda mi juventud bien de salud, pues nunca me cansaba y nunca tenía frio, recuerdo que de niño iba en alpargatas y había nevado y llegue a mi casa calado por jugar con la nieve y mi madre me metió bronca y yo le dije que eso llegaba de año en año.
27-03-24
“Enséñame Señor a recordar mi pasado y asumir y vivir mi presente”
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Una de las damas de la Prudencia es la "memoria de lo pasado", y es que el hombre tiene la facultad de la memoria para reconstruir su vida pasada recordándola desde que tiene uso de razón y antes y de los que no se acuerde por ser un bebe, la fuente más fidedigna es su madre, a la cual puede preguntarle como era su comportamiento de niño.
De esta forma puede cubrir la laguna que va desde su nacimiento hasta su uso de la razón, y es que nuestra madre ha sido la que nos ha observado desde que salimos de su claustro materno como nos hemos comportado y las enfermedades que hemos padecido y ella nos lo ira diciendo porque yo doy fe de ello porque le pregunte a mi madre por estas cosas y ella me respondió, diciéndome que fui un bebe poco llorón pero que siempre tuve mala cara como si estuviese enfermo, y ella me llevaba al médico de cabecera varias veces y este le decía que no se preocupara del color de la cara del niño que esa era su construcción y en cuanto a la salud le decía que tenia más salud que ella y que él.
Pues era cierto lo que le decía el doctor, pues de niño nunca estuve enfermo y nunca lleve bufanda porque no padecí de las aginas como otros hermanos míos era buen comedor, pero nunca estuve gordo y nunca me cansaba, fui de carácter nervioso y siempre quise hacer las cosas muy deprisa y avece las hacia mal, tuve mucha ilusión por los libros de niño, pero Sali pronto de la escuela y fue cuando venia espantando que fue a los diez años.
Desde entonces me pusieron a trabajar en labores de temporada y luego más tarde empecé a ir detrás de un par de mulas y estuve en la simienza y luego labrando las viñas y no me cansaba y cuando tenia trece años mi hermano se puso malo con bronquitis y yo también no se si esto fue una trasmisión de la enfermedad, pero aquella mañana de domingo fui a misa al convento de los frailes y volvió a casa malo y estuve un mes en la cama.
Y se acercaba el verano y me puse mejor y fui de trillador y cogiendo fuerza y me puse mejor y pase toda mi juventud bien de salud, pues nunca me cansaba y nunca tenía frio, recuerdo que de niño iba en alpargatas y había nevado y llegue a mi casa calado por jugar con la nieve y mi madre me metió bronca y yo le dije que eso llegaba de año en año.
27-03-24