Reflexión
“Señor has que ame de corazón a todos los que me rodean mientras espero agradecido la vuestra abrazada de bienvenida que me llene de paz y de vida”.
Amar de corazón, es amar de la forma más exquisita que se puede amar a una persona sin esperar nada a cambio, este amor las que mejor lo llevan a la práctica son las madres buenas que nos traen al mundo y nos cuidan mientras no nos podemos valer, en esto nos diferenciamos de los animales que nada más nacer se ponen de pie y saben donde están las tetas de sus madres con las que los van alimentar.
Los hombres somo los más indefensos que venimos al mundo y necesitamos más cuidados para desarrollarnos, muchas veces no devolvemos el cariño que nos dieron nuestros mayores cuando éramos bebes, y es que el amor de madre es único, también nos dieron cariño todas aquellas personas que nos conocieron cuando éramos niños, también aquí hemos de tener un recuerdo para nuestros maestros que nos enseñaron las letras y los números, y como no a los sacerdotes que nos enseñaron a rezar.
También la frase tiene un recuerdo que no hemos de olvidar y es el paso de esta vida a la otra cuando el señor en esa hora última nos recoja y nos lleve a las moradas del cielo donde podremos gozar de la vida eterna del cielo con todos aquellos hombres que nos precedieron en esta vida terrenal.
09.03.24... (ver texto completo)
“Señor has que ame de corazón a todos los que me rodean mientras espero agradecido la vuestra abrazada de bienvenida que me llene de paz y de vida”.
Amar de corazón, es amar de la forma más exquisita que se puede amar a una persona sin esperar nada a cambio, este amor las que mejor lo llevan a la práctica son las madres buenas que nos traen al mundo y nos cuidan mientras no nos podemos valer, en esto nos diferenciamos de los animales que nada más nacer se ponen de pie y saben donde están las tetas de sus madres con las que los van alimentar.
Los hombres somo los más indefensos que venimos al mundo y necesitamos más cuidados para desarrollarnos, muchas veces no devolvemos el cariño que nos dieron nuestros mayores cuando éramos bebes, y es que el amor de madre es único, también nos dieron cariño todas aquellas personas que nos conocieron cuando éramos niños, también aquí hemos de tener un recuerdo para nuestros maestros que nos enseñaron las letras y los números, y como no a los sacerdotes que nos enseñaron a rezar.
También la frase tiene un recuerdo que no hemos de olvidar y es el paso de esta vida a la otra cuando el señor en esa hora última nos recoja y nos lleve a las moradas del cielo donde podremos gozar de la vida eterna del cielo con todos aquellos hombres que nos precedieron en esta vida terrenal.
09.03.24... (ver texto completo)