Reflexión
“Enséñame Señor a recordar mi pasado y asumir y vivir mi presente”-
Con nuestra memoria y la ayuda del Señor podemos traer al presente los episodios vividos y analizarlos y poder así alcanzar una experiencia para asumir y vivir nuestro presente, las cosas cotidianas gozan de tener una repetición, porque en la vida sencilla suele haber pocos acontecimiento que no podamos recordar, y casi siempre son familiares.
La experiencia es un libro en cada persona que nos ayuda a ver las cosas con realidad y situarlas en el tiempo, cada tiempo tiene sus vivencias y ves que la vida del hombre recorre el tiempo que le ha tocado vivir y no hay tiempo ni mejor ni peor si no que cada uno es diferente, por tal motivo nos acordamos de la vivencias pasadas y cual era el ánimo que teníamos cuando las vivíamos, pero ahora estamos en otro tiempo.
Dicen los hombres doctos que se dedicaron al estudio del hombre, “Que el tiempo pare la verdad, por lo cual la verdad es hija del tiempo”. Los hombre nos afanamos para conseguir lo que queremos sin penar que la vida es efímera y que no hay que hacer cuentas a largo plazo si no vivir el presente con reflexión y tener conciencia de las cosas que hacemos cada día esto nos lleva a valorar las cosas pequeñas que es donde esta la fuente de la felicidad en el amor a las personas que nos rodean y nos quieren por tal motivo nos tenemos que dejar de querer.
07-03-24
“Enséñame Señor a recordar mi pasado y asumir y vivir mi presente”-
Con nuestra memoria y la ayuda del Señor podemos traer al presente los episodios vividos y analizarlos y poder así alcanzar una experiencia para asumir y vivir nuestro presente, las cosas cotidianas gozan de tener una repetición, porque en la vida sencilla suele haber pocos acontecimiento que no podamos recordar, y casi siempre son familiares.
La experiencia es un libro en cada persona que nos ayuda a ver las cosas con realidad y situarlas en el tiempo, cada tiempo tiene sus vivencias y ves que la vida del hombre recorre el tiempo que le ha tocado vivir y no hay tiempo ni mejor ni peor si no que cada uno es diferente, por tal motivo nos acordamos de la vivencias pasadas y cual era el ánimo que teníamos cuando las vivíamos, pero ahora estamos en otro tiempo.
Dicen los hombres doctos que se dedicaron al estudio del hombre, “Que el tiempo pare la verdad, por lo cual la verdad es hija del tiempo”. Los hombre nos afanamos para conseguir lo que queremos sin penar que la vida es efímera y que no hay que hacer cuentas a largo plazo si no vivir el presente con reflexión y tener conciencia de las cosas que hacemos cada día esto nos lleva a valorar las cosas pequeñas que es donde esta la fuente de la felicidad en el amor a las personas que nos rodean y nos quieren por tal motivo nos tenemos que dejar de querer.
07-03-24