BELMONTE: Reflexión...

Reflexión

El odio

Cuenta la historia que María de Chantal hoy (Santa María de Chantal). Perdono al hombre que había matado a su esposo incluso dejo que fuera el padrino en el bautizo de su hijo y fue hecho para que nunca pudiere nacer el odio en ella, y fue criticada por ello y les dijo que era para que no anidara el odio en su corazón y es que si alguna cosa tiene el odio es que es destructor para la persona que lo anida en su corazón.

Yo se de una persona que despidieron a su esposa cargándole una calumnia y fue un señor que iba con su familia todo los domingos a misa del OPUS DEI y la pudo perdonar, pero no lo hizo incluso llevo testigo falsos al juicio y lo gano.

Pero el marido de esta mujer le canto la caña delante de su esposa y de sus hijos a la salida de misa llamándole que era un sinvergüenza, porque iban a la misma misa y nunca deje de ir a misa en la cual me encontraba con él, y no quise que naciese el mi el odio a esa persona, porque lo olvida, y nunca más me acuerda de ello.

El ejemplo de este muchacho lo saboreo en el trabajo con un señor que era preparador y ya le caía mal aparte que un día lo cogió en una falta y le dijo que le iba a dar un parte, y volvió otra vez a equivocarse por estar poco habituado a las medidas, pero fue tal su amor propio que se puso una chapa de cerveza dentro de la bota y cada vez que pisaba se acordaba del preparador y de su santa madre, y nunca jamás llegó a equivocarse.

Hasta que un día este mismo preparado le ofreció su cajón de herramientas para cuando las necesitase, pero le dijo que no había conocido persona con tanto amor propio como el suyo y que lo que se propusiera lo alcanzaría, y esto fue una lección para el muchacho que en vez de envalentonase reflexiono y dedujo que la persona que mejor nos conoce es nuestro enemigo y cuando nos corrige lo hace sin anestesia.

A veces pasa que los enemigos los tenemos en casa también

20-11-23
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Agustin. Buenas noches.
Acabo de leer las cosas pegadas y escritas por Ti. Me falta copiarme tus poesías.
Has puesto gran variedad de cosas. He estado estos dos días un poco agobiado con cosas que tenía pendientes y que tenía que terminarlas.
Nada importante, pero que las vas dejando y se te acumulan.
Y Tu, ¿Qué tal el fin de semana?
Acabo de ver la película, y es posible que ya estés contando Angelitos, o en plena meditación.
Por aquí, todo normal. A mi mujer el día 1 de diciembre le hacen el PET, la prueba para ver si ya está todo bien después de la quimio y la radio, y luego el día 22 le dan los resultados. Tengo mucha fe en que todo va a estar bien.
Aquí te pego un pequeño artículo sobre Sor Patrocinio.
Es curioso, la madre de uno de mis mejores amigos de chaval, se llamaba Patrocinio, y tenían una tienda de comestibles.
Que disfrutes de un merecido descanso, y hasta mañana D. m.

Una espléndida biografía de Sor Patrocinio pone patas arriba nuestro siglo XIX
20/11/2023

Enrique de Diego.
Javier Paredes Alonso es catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Alcalá. Ha hecho de su vida y de su magisterio un camino de salvación, porque en su toma de decisiones tiene bien claro que lo importante es salvarse. Ha seguido la senda de ser contemplativo en medio del mundo, en los quehaceres cotidianos, en las cosas pequeñas.
Han sido cuarenta años, pues un libro así no se improvisa, de dedicado estudio, de inmersiones en bibliotecas y archivos, de viajes a los lugares de las 19 fundaciones de la «monja de las llagas», que ilumina todo el siglo XIX con su santidad. La Virgen ya le anunció que sería perseguida más allá de su tumba por la saña de los hombres, no sólo por las calumnias de los malos, sino por el silencio cómplice de los buenos.
Dice el autor que siendo un joven doctorado «hace unos cuarenta años, me encontré a Sor Patrocinio enterrada en mentiras y calumnias, después de todos estos años estudiando su vida, añado: de los hombres de los dos bandos, el de los que escriben mentiras y calumnias y el de los que no publican ni una sola línea, teniendo la obligación de proclamar la verdad».
Le hemos visto a Javier Paredes acercarse a esta monumental biografía, escrito con un castellano fluido y preciso, hasta poder culminarla y poder decirse en justicia que «es un instrumento para mostrar al mundo entero los designios que Dios obró en Sor Patrocinio».
Tiene Javier Paredes la visión sobrenatural necesaria para hacer justicia a esa monja de «belleza llamativa» que decidió ser Esposa de Cristo desde su más tierna infancia y que fue creciendo en el amor de Dios hasta hacerse un holocausto en sus manos llenándola de los sabrosos frutos de sus hijas.
La biografía es trepidante y asombrosa pues no deja detalle sin escrudiñar ni cabo suelto. Estigmatizada en su juventud, Sor Patrocinio, a su pesar, vivió los procelosos avatares de un siglo convulso, y ello siendo una monja de clausura, amiga de Isabel II, pretendida tortuosamente por Salustiano Olózaga, que, al final, la extenderá un salvoconducto para ponerse a salvo, con sus monjas, de los vientos revolucionarios de la Commune de París, «el sectarismo de los liberales utilizó siempre la mentira para perseguir a Sor Patrocinio»; y no sólo los liberales, pues no faltaron en su vida las trapisondas de los buenos.
Y la injuria se cebó en ella, sin quitarla nunca la paz y serenidad de espíritu como es propia de las almas que gozan del amor de Dios. Aún después de muerta, ¿qué decir del malvado historiador franciscano que, con malevolencia, se olvida de poner el «no» al sentido carnal de las relaciones con su confesor?
Sor María de los Dolores y Patrocinio es figura egregia y piedra de toque de nuestro nefasto y masónico siglo XIX, tan elogiado en la historiografía, incluso en la época de Franco. En las páginas emergen las persecuciones religiosas, los asesinatos de frailes, el sesgo antirreligioso con sañuda persecución de diabólico encono en que destaca la vis sectaria de Salustiano Olózaga, un corrupto en grado máximo, y el mayor destructor del patrimonio artístico e histórico nacional, José Mendizábal, otra fortuna hecha sobre el latrocinio y el robo, llamado eufemísticamente expropiación..
Animo al lector a zambullirse en las páginas de esta biografía señera y a entusiasmarse con las gracias sobrenaturales de las que Nuestro Señor colmó a Sor Patrocinio, que firmaba como «Esclava del Santísimo Sacramento». Hoy, cuando a la Eucaristía se le da cada vez menos importancia, emociona leer lo que les decía a sus monjas esta mujer santa: «me extraña que digáis (o digan si eran personas de fuera) que está caro siendo para Dios a quien todo le debemos y todo nos lo da; para Dios todo es poco y no hemos de procurar como para nosotros lo más barato, sino lo mejor siempre, tened en cuenta que mientras no faltemos nosotras a Dios, no nos faltará, pero el día que empecemos a aflojar en lo que a Dios debemos y en esta primera obligación de su culto, no dudéis que poco a poco faltará también para la comunidad».
O lo que cuenta una monja en el proceso de beatificación: «Que todas o casi todas las veces que salía de la celda, pasaba por la puerta del coro para adorar a Jesús; que en una ocasión cayó una Forma al suelo sobre la estera, esto vio la sacristana y fue a dar cuenta a Sor Patrocinio de ello, la cual al momento fue y postrada en tierra adoró a Jesucristo y ordenó fuese la comunidad con mantos y velas, mientras se dio aviso al padre vicario, que cuando llegó la puso en el Sagrario, derramando la madre tantas lágrimas y diciéndole a Jesús tales ternuras, que conmovió a la comunidad profundamente».
Concluyo con el magnífico epílogo de Sor Piedad del Sagrado Corazón de Jesús, abadesa del Convento del Caballero de Gracia, donde profesó Sor Patrocinio: «Javier Paredes, tenaz investigador y estudioso hasta la saciedad de la Venerable Madre Patrocinio, incansable propagador de su vida, devoto y gran divulgador de la devoción a la Santísima Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias, ha querido sacar a la luz este importante e interesantísimo libro que recoge el fruto de sus muchos años de investigación, estudio y entrega para dar a conocer la vida de una mujer y religiosa fuera de lo común».

«Verdaderamente este libro merece la pena ser leído, incluso diría que es importantísimo para conocer el siglo XIX español», dedicado a la biografía de «tan excelsa estrella de nuestra Orden y de la Iglesia Católica en España»; una monja cuya «vida transcurría en la constante meditación de la dolorosa Pasión del Señor que la unió hacia Si, imprimiendo en ella las misteriosa llagas de su Pasión», hasta parecer «un crucifijo ambulante hecho a semejanza de su Esposo crucificado, locura de los incrédulos, escándalo de los antirreligiosos, asombro y edificación de los creyentes.»
Sor Patrocinio llegó hasta el «amor a los enemigos» que «es el nivel superior en la escuela del amor, una alta escala en el camino de la perfección, ella tenía presente que ese enemigo estaba en peligro de perder su salvación eterna».
«Sor Patrocinio fue calumniada, ningún dolor de cuerpo y ninguna flexión del alma le perdonó su siglo», pero «doce de sus religiosas coronadas por el martirio, doce luceros que ya en el Cielo engalana la noble cabeza de Sor Patrocinio. Lo que en la Tierra fue corona de espinas, en la Gloria es corona de estrellas de doce mártires, cuya fortaleza, espíritu de entrega a Dios y sacrificio de su vida lo bebieron en el corazón abierto de su madre espiritual».
«Por sus frutos se conoce al árbol; los frutos de la madre Patrocinio se descubren en su grandeza de alma, su fe y sus obras. Su descendencia no tendrá fin, porque radica en la eternidad de Dios y en la fecundidad inextinguible de su celestial Esposo Jesucristo. Sus enemigos han muerto, ella vive y vivirá en el corazón y en la memoria de los hombres de buena fe y en el corazón de Dios».
Según decía Sor Patrocinio, «el enamoramiento profundo por Jesucristo es lo único que justifica una vocación, cualquier vocación».
«En nombre de mi comunidad del Caballero de Gracia y de la Orden de la Inmaculada Concepción quiero dar las gracias a Javier Paredes (más de cuarenta años itinerantes de escrupulosa investigación) también ha sido una entrega incondicional en la búsqueda de la verdad, deshaciendo la trama de mentiras en la que una falsa historia ha querido envolver una vida tan noble, admirable y amada de Dios como la nuestra Venerable Sor María de los Dolores y Patrocinio».
Dios quiera, por intercesión de Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias, que este libro alcance la máxima difusión para lograr así su objetivo de que la Venerable Sor Patrocinio resplandezca en la verdad histórica como patrimonio de todos los creyentes. Mi enhorabuena a Javier Paredes por esta magna obra.
Javier Paredes, Biografía de Sor Patrocinio (1811-1891).

Paco