COMENTARIO
LA CASA
Esta abandonada desde que sus dueños se fueron al extranjero, esta finca tuvo su tiempo de esplendor cuando el matrimonio mando construirla y en ella habitaron unos años, en ella crecieron sus hijos hasta que fueron mayores, y se fueron marchando uno tras otro hasta quedar solo el matrimonio, las fincas cada vez más abandonadas porque el dueño era mayor y no las trabajaba, hasta que recibió una carta de su hijo mayor comunicándoles que vendieran la finca y que se fuese donde el estaba.
La finca la pusieron a la venta y al principio salieron algunos compradores que querían comprarla, pero el precio que pendían por ella les parecía caro y no la compraban y así paso el tiempo hasta que los dueños un buen día hicieron las maletas y se marcharon al extranjero donde estaban los hijos trabajando.
La casa quedo deshabitada con todos los muebles dentro pero al paso del tiempo los animales de aquella zona entraron dentro y lo que suele pasar cuando no se arregla la cubierta del tejado que empezaron a caer las goteras y cada año que pasaba la casa que en otro tiempo daba gozo de verla vino a la ruina, y nadie la compraba y sus dueños se desentendieron de ella, pues les iba bien en el extranjero y no se acordaban que allí habían dejado la casa con todos los muebles dentro.
Cerca de la puerta de entrada a la casa estaba el pozo que tenia buen venero de agua dulce y algún cazador que pasaba por allí le gustaba ir al pozo y echarse un buen trago de su agua la cual siempre estaba fresquita, pues el pozo también quedo como lo habían dejado sus dueños con la soga y el cubo y la garrucha que se había vuelto chillona porque su amo siempre la engrasaba, pero ahora no había quien engrasara su eje y por eso emitía ese ruido tan desagradable.
En la era había quedado el rodillo que trajeron de la cantera de piedra, y que el dueño le había encargado al picapedrero que le costo unos buenos cuartos, pero cerca del rodillo había crecido los matojos de hierba y había un hormiguero de hormigas grandes, en el porche de la casa había tres nidos de golondrinas las que venían cada año desde que inauguraron la casa sus dueños.
Los dos perros que tenia sus dueños también se los dejaron y estos se apañaban de lo que cazaban y por la noche venia a pasarla a la cuadra donde tenían sus camas, también se habían dejado algunas gallinas y estas se alimentaban de la hierba que picaban.
Los olivares y la viñas venían echando su fruto como siempre lo habían echo y la gente cogía las aceitunas en verde para llevárselas a su casa lo mismo pasaba con el fruto de las viñas que cuando las uvas maduraban los rebuscadores se llevaban las uvas, nadie les decía nada porque no había dueño que los reprendiese.
LA CASA
Esta abandonada desde que sus dueños se fueron al extranjero, esta finca tuvo su tiempo de esplendor cuando el matrimonio mando construirla y en ella habitaron unos años, en ella crecieron sus hijos hasta que fueron mayores, y se fueron marchando uno tras otro hasta quedar solo el matrimonio, las fincas cada vez más abandonadas porque el dueño era mayor y no las trabajaba, hasta que recibió una carta de su hijo mayor comunicándoles que vendieran la finca y que se fuese donde el estaba.
La finca la pusieron a la venta y al principio salieron algunos compradores que querían comprarla, pero el precio que pendían por ella les parecía caro y no la compraban y así paso el tiempo hasta que los dueños un buen día hicieron las maletas y se marcharon al extranjero donde estaban los hijos trabajando.
La casa quedo deshabitada con todos los muebles dentro pero al paso del tiempo los animales de aquella zona entraron dentro y lo que suele pasar cuando no se arregla la cubierta del tejado que empezaron a caer las goteras y cada año que pasaba la casa que en otro tiempo daba gozo de verla vino a la ruina, y nadie la compraba y sus dueños se desentendieron de ella, pues les iba bien en el extranjero y no se acordaban que allí habían dejado la casa con todos los muebles dentro.
Cerca de la puerta de entrada a la casa estaba el pozo que tenia buen venero de agua dulce y algún cazador que pasaba por allí le gustaba ir al pozo y echarse un buen trago de su agua la cual siempre estaba fresquita, pues el pozo también quedo como lo habían dejado sus dueños con la soga y el cubo y la garrucha que se había vuelto chillona porque su amo siempre la engrasaba, pero ahora no había quien engrasara su eje y por eso emitía ese ruido tan desagradable.
En la era había quedado el rodillo que trajeron de la cantera de piedra, y que el dueño le había encargado al picapedrero que le costo unos buenos cuartos, pero cerca del rodillo había crecido los matojos de hierba y había un hormiguero de hormigas grandes, en el porche de la casa había tres nidos de golondrinas las que venían cada año desde que inauguraron la casa sus dueños.
Los dos perros que tenia sus dueños también se los dejaron y estos se apañaban de lo que cazaban y por la noche venia a pasarla a la cuadra donde tenían sus camas, también se habían dejado algunas gallinas y estas se alimentaban de la hierba que picaban.
Los olivares y la viñas venían echando su fruto como siempre lo habían echo y la gente cogía las aceitunas en verde para llevárselas a su casa lo mismo pasaba con el fruto de las viñas que cuando las uvas maduraban los rebuscadores se llevaban las uvas, nadie les decía nada porque no había dueño que los reprendiese.
