Semblanza
De la vida de santa Mónica 27.08.2020
Corría el año 332 d. C cuando vino al mundo una niña en un hogar cristiano, la niña fue creciendo y al llegar a edad núbil fue entregada en matrimonio a un hombre mayor que ella en edad y que se llamaba Patricio.
De la vida de Mónica solo sabemos lo que su hijo Agustín nos relata de ella en sus confesiones. Que es lo bastante para formarse una opinión de ella: que estuvo casada con un hombre llamado Patricio que era jurista del imperio romano en Tagaste de la provincia Numidia proconsular romana hoy Argelia.
De este matrimonio compuesto por Mónica y Patricio nacieron tres hijo, Navigio, Agustín y Perpetua, Agustín fue el más vivaracho de los tres y su padre que así lo vio puso toda su economía al servicio de el desarrollo intelectual de Agustín.
Agustín nos cuenta en sus confesiones como Mónica que era una joven cristiana y de buena educación, se aficiono al vino, y es que todo los días antes de comer bajaba a la bodega con la criada y esta fue aficionándola al vino, pues cogían el que pondría en la mesa de los señores de la casa.
Mónica fue tomándole el gusto al vino y primero lo empezó a paladear y así fue como comenzó hasta llegar a beberlo con deleite llegando a marearse y tenerse que quedar en la bodega hasta que se le iba el mareo.
Pero un día Mónica quiso reprender a la criada por su aptitud esta le dijo cállate que tu eres una borrachina, tanta desazón le causo aquella contestación de la criada, que nunca volvió a beber vino.
Y es que algunas veces somos corregidos de nuestros defectos por aquellas personas que no nos suelen caer bien, y es que Dios nos corrige a través de estas personas para que lo anotemos en nuestra conciencia y nos corrijamos.
También nos cuenta Agustín que a pesar de tener su padre Patricio un carácter fuerte y colérico tuvo buenas relaciones con su madre Mónica y es que esta fue tolerante con su marido y cuando llegaba enfadado nunca lo reprendía esperaba a que estuviera calmado y de esta forma le decía las cosas, y Patricio nunca se revelaba con Mónica.
Esta razones les aconsejaba a sus amigas que tenían un marido como Patricio y algunas veces lucían los morados en la cara de estos, pues tomaron buena nota de los consejos de Mónica y encontraron en ellos sus soluciones.
De la vida de santa Mónica 27.08.2020
Corría el año 332 d. C cuando vino al mundo una niña en un hogar cristiano, la niña fue creciendo y al llegar a edad núbil fue entregada en matrimonio a un hombre mayor que ella en edad y que se llamaba Patricio.
De la vida de Mónica solo sabemos lo que su hijo Agustín nos relata de ella en sus confesiones. Que es lo bastante para formarse una opinión de ella: que estuvo casada con un hombre llamado Patricio que era jurista del imperio romano en Tagaste de la provincia Numidia proconsular romana hoy Argelia.
De este matrimonio compuesto por Mónica y Patricio nacieron tres hijo, Navigio, Agustín y Perpetua, Agustín fue el más vivaracho de los tres y su padre que así lo vio puso toda su economía al servicio de el desarrollo intelectual de Agustín.
Agustín nos cuenta en sus confesiones como Mónica que era una joven cristiana y de buena educación, se aficiono al vino, y es que todo los días antes de comer bajaba a la bodega con la criada y esta fue aficionándola al vino, pues cogían el que pondría en la mesa de los señores de la casa.
Mónica fue tomándole el gusto al vino y primero lo empezó a paladear y así fue como comenzó hasta llegar a beberlo con deleite llegando a marearse y tenerse que quedar en la bodega hasta que se le iba el mareo.
Pero un día Mónica quiso reprender a la criada por su aptitud esta le dijo cállate que tu eres una borrachina, tanta desazón le causo aquella contestación de la criada, que nunca volvió a beber vino.
Y es que algunas veces somos corregidos de nuestros defectos por aquellas personas que no nos suelen caer bien, y es que Dios nos corrige a través de estas personas para que lo anotemos en nuestra conciencia y nos corrijamos.
También nos cuenta Agustín que a pesar de tener su padre Patricio un carácter fuerte y colérico tuvo buenas relaciones con su madre Mónica y es que esta fue tolerante con su marido y cuando llegaba enfadado nunca lo reprendía esperaba a que estuviera calmado y de esta forma le decía las cosas, y Patricio nunca se revelaba con Mónica.
Esta razones les aconsejaba a sus amigas que tenían un marido como Patricio y algunas veces lucían los morados en la cara de estos, pues tomaron buena nota de los consejos de Mónica y encontraron en ellos sus soluciones.
