Comentario
“Para esa merienda no se necesitan alforjas” (Refrán popular)
Esta es una frase muy oída entre las gestes castellanas de la Mancha, hoy la podíamos hacer extensible a muchos estamentos de la sociedad donde se copia y pega, ó lo que es lo mismo, se pega lo copiado.
El ordenado nos ha hecho el favor de enseñarnos este trabajo y muchos estudiantes lo utilizan, porque van a internet y copian muchas cosas sin poner la referencia donde han cogido lo que han copiado y el maestro que tiene tablas lo detesta bajándoles la nota a lo copiones, los escritores originales suelen entrecomillar lo que no es de su cosecha, más a mas, suelen decir y esto es de fulanito de tal.
Algunos por ignorancia y poco avisados no caen en la cuenta hasta que alguna persona no se lo hace saber, bien por escrito o de palabra.
Esto es lo que exige el decoro del buen escritor original que no tiene por costumbre plagiar a nadie.
Pero hoy esto del plagio está muy manido y algunos escritores/as lo hacen con frecuencia y a la postre la gente lo detecta y no queda en buen lugar,
Claro que también hemos de gloríanos de las lindezas que nos ha traído el ordenador con el copia y pega, esto los que antes se dieron cuenta de ello fueron los secretarios que tuvieron un jefe que le gustaba mucho limar sus escritos que a la tercera lima había que empezar de nuevo a crear un original con la máquina de escribir.
“Para esa merienda no se necesitan alforjas” (Refrán popular)
Esta es una frase muy oída entre las gestes castellanas de la Mancha, hoy la podíamos hacer extensible a muchos estamentos de la sociedad donde se copia y pega, ó lo que es lo mismo, se pega lo copiado.
El ordenado nos ha hecho el favor de enseñarnos este trabajo y muchos estudiantes lo utilizan, porque van a internet y copian muchas cosas sin poner la referencia donde han cogido lo que han copiado y el maestro que tiene tablas lo detesta bajándoles la nota a lo copiones, los escritores originales suelen entrecomillar lo que no es de su cosecha, más a mas, suelen decir y esto es de fulanito de tal.
Algunos por ignorancia y poco avisados no caen en la cuenta hasta que alguna persona no se lo hace saber, bien por escrito o de palabra.
Esto es lo que exige el decoro del buen escritor original que no tiene por costumbre plagiar a nadie.
Pero hoy esto del plagio está muy manido y algunos escritores/as lo hacen con frecuencia y a la postre la gente lo detecta y no queda en buen lugar,
Claro que también hemos de gloríanos de las lindezas que nos ha traído el ordenador con el copia y pega, esto los que antes se dieron cuenta de ello fueron los secretarios que tuvieron un jefe que le gustaba mucho limar sus escritos que a la tercera lima había que empezar de nuevo a crear un original con la máquina de escribir.