Historia para la víspera de los Reyes Magos
Había una vez un niño con un deseo ferviente de que llegara el día en que pudiera ir a esperar a los Reyes Magos de Oriente. Y llegado el día 5 de Enero y después de comer le dijo a su abuelo que le preparase una espuerta de paja y cebada porque quería ir a esperar a los Reyes Magos que según le habían contado unos amigos del colegio llegarían por el camino de la piedra la Osa, camino este bastante transitable. (Que va de Belmonte a Osa de la Vega).
El nombre del niño quiero omitirlo (……..), porque es una historia real y el niño hombre al ser aludido pudiera no sentarle bien, pero lo que sí es cierto que tenía ya siete años y vivía estas fechas con mucha ilusión y la candidez queda una mente sencilla, creyente y al mismo tiempo apasionada, y no nos creamos que era un niño tímido todo lo contrario, pues era sobresaliente en las travesuras hechas a los otros niños de su misma edad.
Pero como venimos contando una vez que comieron toda la familia le hizo a su abuelo que le preparase la espuerta de paja con la cebada y el después se la cargo a la espalda y salió al camino de Belmonte que va a Osa de la Vega y allí se sentó en una piedra que hay muy grande y que todavía está.
Todos los lugareños que pasaban le decían, que es lo que hacía allí con el frío que hacía y el respondía que estaba esperando a los Reyes Magos que le habían dicho que pasarían por allí. Y siempre tenía la misma respuesta para todo el que pasaba y le preguntaba lo mismo.
Pero el veía que el sol se había puesto y que los Reyes Magos no venían, pero acertó a pasar un lugareño que venía ya casi anochecido y le pregunto lo mismo que le habían preguntado los que antes pasaron ¡Que hacia allí y la respuesta fue la misma, que estaba esperando a los Reyes Magos el labriego que conocía al padre del chico incluso al chico por sus travesuras le dijo. Mira me voy a quedar un tiempo contigo mientras que se come mi mula la pastura que le has preparado a los camellos y si no han llegado hasta entonces los Reyes Magos nos vamos los dos para el pueblo porque ya no llegaran hasta mañana.
El niño (……) asintió con la cabeza y dijo que si que se irían pero que mañana el volvería, así quedaron, y cuando la mula termino de comerse la pastura que llevaba en la espuerta cogieron el petate y volvieron los dos al pueblo de Belmonte y se despidieron con un hasta mañana,
06.01.2020
Había una vez un niño con un deseo ferviente de que llegara el día en que pudiera ir a esperar a los Reyes Magos de Oriente. Y llegado el día 5 de Enero y después de comer le dijo a su abuelo que le preparase una espuerta de paja y cebada porque quería ir a esperar a los Reyes Magos que según le habían contado unos amigos del colegio llegarían por el camino de la piedra la Osa, camino este bastante transitable. (Que va de Belmonte a Osa de la Vega).
El nombre del niño quiero omitirlo (……..), porque es una historia real y el niño hombre al ser aludido pudiera no sentarle bien, pero lo que sí es cierto que tenía ya siete años y vivía estas fechas con mucha ilusión y la candidez queda una mente sencilla, creyente y al mismo tiempo apasionada, y no nos creamos que era un niño tímido todo lo contrario, pues era sobresaliente en las travesuras hechas a los otros niños de su misma edad.
Pero como venimos contando una vez que comieron toda la familia le hizo a su abuelo que le preparase la espuerta de paja con la cebada y el después se la cargo a la espalda y salió al camino de Belmonte que va a Osa de la Vega y allí se sentó en una piedra que hay muy grande y que todavía está.
Todos los lugareños que pasaban le decían, que es lo que hacía allí con el frío que hacía y el respondía que estaba esperando a los Reyes Magos que le habían dicho que pasarían por allí. Y siempre tenía la misma respuesta para todo el que pasaba y le preguntaba lo mismo.
Pero el veía que el sol se había puesto y que los Reyes Magos no venían, pero acertó a pasar un lugareño que venía ya casi anochecido y le pregunto lo mismo que le habían preguntado los que antes pasaron ¡Que hacia allí y la respuesta fue la misma, que estaba esperando a los Reyes Magos el labriego que conocía al padre del chico incluso al chico por sus travesuras le dijo. Mira me voy a quedar un tiempo contigo mientras que se come mi mula la pastura que le has preparado a los camellos y si no han llegado hasta entonces los Reyes Magos nos vamos los dos para el pueblo porque ya no llegaran hasta mañana.
El niño (……) asintió con la cabeza y dijo que si que se irían pero que mañana el volvería, así quedaron, y cuando la mula termino de comerse la pastura que llevaba en la espuerta cogieron el petate y volvieron los dos al pueblo de Belmonte y se despidieron con un hasta mañana,
06.01.2020