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BELMONTE: Comentario...

Comentario

Don Alonso Quijano que estaba muy versado en los libros de caballería y que había leído el lazarillo de Tormes y algún que otro libro de picaresca, empezó su diálogo con cierta ironía mal intencionada para responder aquellos personajes un tanto mentijosos como se dice por las rutas manchegas; tanto en las llanas como en la serranas.

Don Alonso Quijano empezó su exposición diciéndoles: Pues esta salida más bien ha sido una prueba para que mi potro Rocinante y el Rucio del escudero Sancho tomen contacto con los caminos y las privaciones que esto conlleva al ser la montura de tan nobles personajes y con ellos pasaran a la historia no como jamelgos de carga, sino servidores de la más rancia nobleza castellana. El cura y el barbero se miraban el uno al otro haciendo muescas de no entender el lenguaje tan versado de don Alonso Quijano.