Comentario
Bella imagen la que nos ofrece esta fotografía del castillo de la villa de Belmonte de Cuenca que mandara construir don Juan Pacheco, natural de esta villa, en la cual se crio hasta que fue a la corte de don Juan II rey de Castilla, por influencia de su tio el arzobispo Carrillo, y que luego sería doncel del príncipe Enrique, que pasaria a la historia como Enrique IV rey de Castilla.
Don Juan Pacheco engrandeció su pueblo natal dejando en el varias construcciones que hoy son patrimonio cultural de la villa de Belmonte como son: el castillo y la muralla que circunvalaba la villa de Belmonte, la colegiata de San Bartolomé, el convento de los franciscanos que luego estuvieron los trinitarios hasta que estos marcharon, también edifico el hospital de san Andrés hoy desaparecido.
Fue en su tiempo un político brillante mal querido por muchos, pero amado por otros que lo libraron varias veces de sus enemigos que le iban a tender alguna embocada tuvo una gran prole de hijos naturales y de legítimos con su esposa María de Portocarrero,
Bella imagen la que nos ofrece esta fotografía del castillo de la villa de Belmonte de Cuenca que mandara construir don Juan Pacheco, natural de esta villa, en la cual se crio hasta que fue a la corte de don Juan II rey de Castilla, por influencia de su tio el arzobispo Carrillo, y que luego sería doncel del príncipe Enrique, que pasaria a la historia como Enrique IV rey de Castilla.
Don Juan Pacheco engrandeció su pueblo natal dejando en el varias construcciones que hoy son patrimonio cultural de la villa de Belmonte como son: el castillo y la muralla que circunvalaba la villa de Belmonte, la colegiata de San Bartolomé, el convento de los franciscanos que luego estuvieron los trinitarios hasta que estos marcharon, también edifico el hospital de san Andrés hoy desaparecido.
Fue en su tiempo un político brillante mal querido por muchos, pero amado por otros que lo libraron varias veces de sus enemigos que le iban a tender alguna embocada tuvo una gran prole de hijos naturales y de legítimos con su esposa María de Portocarrero,