![nos encontramos en la ronda del castillo](/fotos_reducidas/9/8/4/01295984.jpg)
Cuando participaba el ORATE DE BELMONTE, tampoco escribia nadie porque ese fulano los ahuyentaba. Esto era territorio exclusivo de êl y lo convirtiô en su manicomio particular.
Aqui encontramos el latigo del domador psicologico.