-Y ese su amor -dijo Juliano- ¿hácelos dichosos?
-Ya está dicho que no los hace -respondió Sabino- porque la cosa a quien se allegan, y a quien le piden su contento y su bien, no es la fuente de él ni aquello de donde nace.
-Pues si ese amor no les da buena dicha -dijo Juliano ¿hace en ellos otra cosa alguna, o no hace nada?
- ¿No bastará -dijo Sabino- que no les dé buena dicha?
-Por mí -dijo Juliano- baste en buena hora, que no deseo su daño; mas no os pido aquello con que yo por ventura quedaría contento si fuese el repartidor, sino lo que la razón dice, que es juez que no se dobla.
-Ya está dicho que no los hace -respondió Sabino- porque la cosa a quien se allegan, y a quien le piden su contento y su bien, no es la fuente de él ni aquello de donde nace.
-Pues si ese amor no les da buena dicha -dijo Juliano ¿hace en ellos otra cosa alguna, o no hace nada?
- ¿No bastará -dijo Sabino- que no les dé buena dicha?
-Por mí -dijo Juliano- baste en buena hora, que no deseo su daño; mas no os pido aquello con que yo por ventura quedaría contento si fuese el repartidor, sino lo que la razón dice, que es juez que no se dobla.