“Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa”. Esta frase es de Víctor Hugo
Comentario:
Nos invitaron a un amigo y aun servidor a que asistiéramos a unas charlas en las cuales iban mucha juventud, y estas charlas la daban un matrimonio ingles que eran los dos médicos, incluso a las charlas también asistían los hijos de este matrimonio.
Y me acuerdo de que había que pronunciar una palabra tipo para incorporarse a la reunión y era la siguiente: “En qué lugar de la casa te encontraste más a gusto siendo niño, y salían respuestas dispares”.
También me acuerdo de que contaba como testimonio el de su hija que llego un día a casa y les dijo a sus papas que había visto un vestido y que le había gustado mucho, y el padre fue con ella a los grandes almacenes, y cuando lo vio le dijo a la hija, este mismo vestido lo he visto yo en una calleja y vale la mitad de precio, y la llevo a su hija para que viera que no le mentía.
Claro que el joven le dijo al tiempo: “dame un desengaño y el tiempo le contesto yo te iré desengañando” los hombres cambiamos si es que lo hacemos a través de nuestros fracasos y si no es así no hay quien te cambie.
Jolines todavía me acuerdo de que todos llevaban algo para picar pero mi amigo Adolfo y un servidor no llevamos nada y fue a por dos decenas de huevos mientras un servidor se quedo pelando patatas, cuando vino hicimos una tortilla de veinte huevos en la sartén inglesa que tenían aquellos señores que son redondas y de hierro y estas no se pegan, salió la tortilla ni a pedir de boca.
Como un servidor vio a mi madre hacerlas por Semana Santa. Y no veas ponerla y al minuto no había tortilla les gusto y mucho.
Hubo un joven que conto mil atrocidades con la idea de tener la experiencia de un hombre mayor, pero no la había conseguido y es que uno a los veinte años puede ser maestro en matemáticas pero las enseñanzas y las experiencia vienen con los años según escribió Lucio Anneo en sus cartas morales (Seneca)
Comentario:
Nos invitaron a un amigo y aun servidor a que asistiéramos a unas charlas en las cuales iban mucha juventud, y estas charlas la daban un matrimonio ingles que eran los dos médicos, incluso a las charlas también asistían los hijos de este matrimonio.
Y me acuerdo de que había que pronunciar una palabra tipo para incorporarse a la reunión y era la siguiente: “En qué lugar de la casa te encontraste más a gusto siendo niño, y salían respuestas dispares”.
También me acuerdo de que contaba como testimonio el de su hija que llego un día a casa y les dijo a sus papas que había visto un vestido y que le había gustado mucho, y el padre fue con ella a los grandes almacenes, y cuando lo vio le dijo a la hija, este mismo vestido lo he visto yo en una calleja y vale la mitad de precio, y la llevo a su hija para que viera que no le mentía.
Claro que el joven le dijo al tiempo: “dame un desengaño y el tiempo le contesto yo te iré desengañando” los hombres cambiamos si es que lo hacemos a través de nuestros fracasos y si no es así no hay quien te cambie.
Jolines todavía me acuerdo de que todos llevaban algo para picar pero mi amigo Adolfo y un servidor no llevamos nada y fue a por dos decenas de huevos mientras un servidor se quedo pelando patatas, cuando vino hicimos una tortilla de veinte huevos en la sartén inglesa que tenían aquellos señores que son redondas y de hierro y estas no se pegan, salió la tortilla ni a pedir de boca.
Como un servidor vio a mi madre hacerlas por Semana Santa. Y no veas ponerla y al minuto no había tortilla les gusto y mucho.
Hubo un joven que conto mil atrocidades con la idea de tener la experiencia de un hombre mayor, pero no la había conseguido y es que uno a los veinte años puede ser maestro en matemáticas pero las enseñanzas y las experiencia vienen con los años según escribió Lucio Anneo en sus cartas morales (Seneca)