Comentario a esta fotografía
Estamos viendo la que fue la casa palacio de los condes de Buenavista Don José María y de doña María Antonia Martínez del Peral, esta es la parte habitable que antes estaba enyesada y ahora está a piedra vista.
En la otra parte del palacio estaba los aperos de labranza y las cuadras donde estaban las mulas el corral patio era bastante grande, y antes había una cueva que se guardaba la paja hoy destinada a bar.
Servir en esta casa era todo un lujo, por el personal que estaba colocado en ella, mi padre estuvo de mayoral de ganado en una finca de estos señores que le decían las Lomas de Fuentelespino de Haro, que se encuentra entre los términos municipales de Villaescusa de Haro, y Fuentelespino de Haro. Estos señores poseían el latifundio más amplio de la Villa de Belmonte de Cuenca.
Hoy esta cumpliendo otro servicio como es la Instalación de la Casona de la Beltraneja que es hostal para comer y dormir. Los tiempo cambian a una velocidad de vértigo lo que ayer era ya no existe nada más que en la imaginación de unos pocos.
Del poeta de Belmonte
Estamos viendo la que fue la casa palacio de los condes de Buenavista Don José María y de doña María Antonia Martínez del Peral, esta es la parte habitable que antes estaba enyesada y ahora está a piedra vista.
En la otra parte del palacio estaba los aperos de labranza y las cuadras donde estaban las mulas el corral patio era bastante grande, y antes había una cueva que se guardaba la paja hoy destinada a bar.
Servir en esta casa era todo un lujo, por el personal que estaba colocado en ella, mi padre estuvo de mayoral de ganado en una finca de estos señores que le decían las Lomas de Fuentelespino de Haro, que se encuentra entre los términos municipales de Villaescusa de Haro, y Fuentelespino de Haro. Estos señores poseían el latifundio más amplio de la Villa de Belmonte de Cuenca.
Hoy esta cumpliendo otro servicio como es la Instalación de la Casona de la Beltraneja que es hostal para comer y dormir. Los tiempo cambian a una velocidad de vértigo lo que ayer era ya no existe nada más que en la imaginación de unos pocos.
Del poeta de Belmonte