Estando Felipe IV con Quevedo le rogó que improvisara algo. Quevedo le dijo: "Deme pie Vuestra Majestad". El rey le alargó el pie por detrás y tomándolo Quevedo, contestó:
En tan humilde postura
Manifestáis, gran señor
Que yo soy el herrador
Y vosotros la cabalgadura.
El rey quedó sorprendido con la contestación.
Quevedo.
En tan humilde postura
Manifestáis, gran señor
Que yo soy el herrador
Y vosotros la cabalgadura.
El rey quedó sorprendido con la contestación.
Quevedo.