COMENTARIO
En esta fotografía vemos parte del almenado del recinto amurallado del castillo de Belmonte, pues vemos también que este llevaba un alojamiento para sacar el fusil o cañón cosa que nunca se utilizaría ya que este castillo fue usado como prisión más bien que como defensa en la batalla.
Cantamos los villancicos
Como cantes populares
Lo hacen pobres y ricos
Los poetas y juglares.
"Sigo adelante marchando".
Pretende afear lo que es malo, y sucédele por nuestra mala ocasión hacerlo más deseable y más gustoso. Mas la segunda ley corta la planta del mal de raíz, y arranca, como dicen, de cuajo lo que más nos puede dañar.
En esta fotografía vemos parte del almenado del recinto amurallado del castillo de Belmonte, pues vemos también que este llevaba un alojamiento para sacar el fusil o cañón cosa que nunca se utilizaría ya que este castillo fue usado como prisión más bien que como defensa en la batalla.
Cantamos los villancicos
Como cantes populares
Lo hacen pobres y ricos
Los poetas y juglares.
"Sigo adelante marchando".
Pretende afear lo que es malo, y sucédele por nuestra mala ocasión hacerlo más deseable y más gustoso. Mas la segunda ley corta la planta del mal de raíz, y arranca, como dicen, de cuajo lo que más nos puede dañar.