Si nadie me lo impide voy a mandar desde aqui, desde donde todos y todas tienen los ojos alargados en horintal y comen con palillos, un abrazo a mis muchos amigos de Balmontejo de la Sierra, recordándoles que en El Castillo de Montizón no hubo moros. A mis amigos Benito Señoret Felguera y a sus hijos (Bar y camiones); a Juan Pedro García de la Torre y familia(Bar Cadejo); a Ramón Felguera Medina (guarda de El Castillo de Montizón); a Manolo Patón García (ganadero) y a sus familia; a Amós (Amores) Galera Gallego (cuñado de Ramón Felguera); a Mari Trino Ruiz Coronado (cultura e intelectualidad plena); a Doña Teresa Rodríguez Ruiz (que tanto vale como Concejala de Cultura); a Don Juan Pedro Piqueras Jiménez (Alcalde); a Doña Cortes Fernández y a sus hijos; al historiador Don José Víctor Jiménes Gómez "Pepe Jiménez" (tan correcto y atento); etc., etc., etc. Para sentirse villorreño no es necesario haber nacido en Villamanrique, es sentir y amar a sus tierras y a sus gentes como un natural más de buenas intenciones de los de allí. Y aquí, tan lejos (por pocos días), Internet nos permite no perder el contacto con lugares lejanos.
