Jardinero de las nubes, vuelvo a darle las gracias en nombre de mí
familia y mio por la atención en referencía a la muerte de mí tio, por sus condolencias. También dar las gracías a la multitud de gente que nos acompaño en ése día.
Para mí era un hombre correcto, y personalmente lo recorderé como el trozo de
pan que íba subido en una
bicicleta, y, que nunca, nunca se enfadaba, siempre tenía una sonrisa, adios CANO, hasta simpre.