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TORRENUEVA: Hola, paisanos....

Hola, paisanos.
Se acerca la fiesta, otras veces tan señalada, de San Juan. Cuando las eras estaban en plena ebullición.
No puedo dejar de recordar esas pequeñas cosas que llevamos insertadas en el "disco duro" que es nuestra memoria. Y al hacerlo aparece en "pantalla" el hombre de las navajas (de la vecina Santa Cruz de Mudela). El del turrón y cómo no, las garrotas de caramelo con sus colores diversos y llamativos. Las había pequeñas y grandes. Una grande era como para una familia todo el año. La dificultad estribaba en como partirla. Siempre se ponía un papel debajo y con un cuchillo y un martillo se partía y las chispas y esquirlas que se desmoronaban caían al papel que despues se aprovechaba.
Y también estaba el de las almendrillas. Lo he recordado algunas veces con Fructuoso Simón. Este hombre se encargaba de la rifa que ponía la confitería de Patrocinio González (padre de Ignacio) y con su mesa, su manta, que hacía de tapete, su baraja nueva, cartones y macillos de vales de almendrillas (valían tanto para las garrapiñadas como para las pelaíllas, aunque creo que la cantidad era distinta) se situaba en la misma cima de la cuesta de San Juan. Allí a las voces de "me quedan 3 cartones", "haber una mano inocente", "y va el corte, oiga", se procedía a rifar las almendras, para con un poco de suerte hacernos de un capirucho (cucurucho) y llevarlas a la casa.
Y no dejo de recordar a mi suegro Felipe Bermúdez Tamayo cuando decían que quedaban 3 cartones, el siempre los cogía; como no iba a tocarle a el si llevaba la mayoria de los cartones. Despues de su muerte (1993) encontré en su mesita navajas y algún vale sin cobrar de almendrillas.
La gente del pueblo nos arreglábamos y por la tarde nos acercábamos al Santo y participábamos de las rifas y de alguna que otra golosina. ¡Qué tiempos!