Hoy, otra persona y yo hemos visitado a una amistad muy apreciada por ambos y hemos recordado anécdotas y los viejos tiempos. A pesar de haber sido la visita breve, nos ha dejado un sabor dulce y sincero, La persona visitada forma parte de la historia del Tamaral y la verdad, merece mi afecto y respeto. Es ese ambiente y no otros los que fueron determinantes en mi cariño hacia la pedanía. pero a pesar de ciertas incremencias pienso continuar con mi labor y aportar a esta tierra parte de mis posibilidades, todas las referencias extrañas pasaran desapercibidas, lo que cuenta es el curso favorable de las aldea y sobre todo la lucha por su supervivencia.