Vienen a mis recuerdos cuando no había ni agua, ni luz en las viviendas del pueblo allá por los años 70, que fué la primera vez que yo pisé las calles del Tamaral. Y recuerdo que fueron buenos tiempos, porque eramos jovenes y no pensábamos nada más que en jugar y pasarlo bien. Pero siempre recordaré las incomodidades de tener que ir a buscar el agua a la fuente o la de tener que encender las velas cuando subíamos a dormir a nuestras habitaciones. Nos costaba un poco, pero con nuestras mentes juveniles, no le dabamos mayor importancia. También recuerdo los viajes en coche por aquellas carreteras tan deficientes con tantas curvas, y por las que nuestros padres sufrían un montón antes de llegar al pueblo. Todos esos inconvenientes ya no los tenemos, y ahora que somos mayores estamos muy contentos de poder coger agua del grifo de nuestras casas, encender la luz dando a un interruptor con el dedo y conducir por unas carreteras bien asfaltadas hasta llegar a nuestro querido pueblo. Es lo que tiene la edad, cuando eres joven ves las cosas de una manera muy diferente a cuando eres mayor, y cuando eres mayor te das cuenta de que lo que tenemos ahora es mucho mejor que lo que teniámos antes, aunque antes nos divirtiera. Eso es el progreso, y cuando progresamos todos somos mas felices y estamos mas contentos, aunque los recuerdos de antaño nos sigan divirtiendo. Un abrazo Tamaraleños.