Veo que os animaís y siempre llamaís a las cosas por su nombre, pero tenemos que ser cautos y pensar que es una medicina que se puede vover en contra nuestra. Dejemos a los muertos descansar y miremos hacia adelante. Si alguna vez nos hicieron daño, es hora de olvidar y actuar en positivo. Yo he sufrido igualmente con personas ya fallecidas desengaños, pero creo que, la inteligencia está en saber madurar las situaciones y no hacer calificativos inapropiados que puedan herir sensibilidades ajenas. Ellos, los muertos, su mayor crítica es haber dejado de esistir, sin haber dado un sentido a su vida, que les permitiese el buen recuerdo y el aprecio sincero de sus semejantes. Pero por mi, todo está olvidado, como decía "JESUCRISTO", según cuentan las escrituras, el que estemos libre de pecado, arrojemos la primera piedra.