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Al observar el tronco de este eucalipto de la casilla, reclama mi atención, la profundidad de su mensaje. Se remonta aproximadamente a los cien años de antiguedad y nos hace recordar su historia, las minas de la empresa Peñarrolla, su proceso económico social y su impacto en la comarca, sobre todo en esta pequeña aldea. Muchos ojos, pasearon cerca de él, unos repararon en su desarrollo, para otros es posible pasase más desapercibido, pero para los que miramos de frente al pàsado, representa un testimonio viviente de ese tiempo pasado y presente y no tenemos por menos, preguntarnos por esa secuencia de vida y su intima relación de conservacion y supervivencia, entre lo que perdura al tiempo y al desgaste y lo que desaparece al ser un proceso de menor duración, por su dependencia a elementos socio económicos, que son sacrificados sin mirar hacia atrás, al presente, ni al futuro. Esa es casi siempre la razón principal del ser humano, pensar que nuestro mundo comienza y termina en nosotros mismos, sin empatizar jamás con nada nada, ni en los demás.