El abuelo y su nieto, SOLANILLA DEL TAMARAL

Quisiera mantener vivo su recuerdo. Este anciano, al que me siento muy unido, formó parte de mi existencia y fueron muchos y muy buenos los momentos compartidos. Solíamos salir juntos en coche, recorriendo los distintos lugares y hablando de sus experiencias vividas. había entre ambos una gran afinidad, un poco parecido a la de dos almas gemelas. Yo, siempre mantendré su imagen y memoria en mi cabeza y corazón, al menos mientras tenga juicio y razón. Le deseo el descanso eterno que merece y desde aquí mi compromiso con él, de respeto cariño y admiración, hasta siempre.