Nacido en año 1920 y actualmente fallecido, esta persona formó parte de la historia de Solanilla del Tamaral. Como la mayoría de los vecinos hubo de emigrar en su juventud, ante la falta de trabajo, pero dentro de su corazón, su amor a la tierra permaneció latente y vivo. Su pueblo era su alma, su tierra y raices su necesidad. Sus manifestaciónes verbales, eran de elogios y dulzura al paisaje, entorno y sus gentes. Solanilla debe a personas como él, su memoria y reconocimiento, su sabiduría y bondad, en una palabra, su identidad verdadera.