Estaba en medio de la noche, bajo la lluvia y en ráfagas de viento helado, en medio de la gran ciudad, como despertando de un mal sueño: en toda esta soledad, un hombre se reía de el mundo lágrimas adentro. Un hombre viejo, cansado de su largo camino, se burlaba de las torpezas de el hombre y de las suyas propias. Era como un Alba, en medio de un ocaso moribundo.
"El mal comienza siempre en alguna parte y nunca termina de el todo, ni de igual manera, tampoco para todos..."repetía una y otra vez, aquel compañero, en medio de la noche fabricada por turbias manos: manos que gesticulan, a veces en su locura, sin importarles, si en algún rincón se llora por su culpa.
"No te quedes en la noche de los olvidados, amigo": también me decía: Yo cometí errores, a la vez que pagué caro los de los otros... pero yo no sabía que en cada calle hay un buitre al acecho y hay que desconfiar de sus garras y picos puntiagudos. Te ha tocado caminar por el lado de el perdedor... no te amilanes y lucha, cuando sea preciso. No te estoy pidiendo que te pases de el lado de las fieras,! no! se que no valdrías, porque no tienes madera de canalla. Pero puedes apartarte de mendigar, al igual que yo, un pedazo de pan...
y mezclado con tu sudor, te dará fuerzas, para llamar al explotador por su nombre. Si te unes a aquellos que luchan por una sociedad mas justa, esta no parirá tanto parásito..."
Me estaba diciendo que no acabara como el, empapado de alcohol, viejo y cansado.
No había contado mi situación a mis compañeros de trabajo, ni tampoco mi amistad con aquel viejo, que muchos tomarían por loco, Pero que como el decía: "Tal vez soy el loco mas cuerdo en un mundo de locos"
"Entre pobres nos entendemos mejor, entre ricos, a veces se devoran: se roban, unas veces con sonrisas y otras a palos... lo malo es que nos arrastran a el resto de los vivientes que se dejan arrastrar de falsas promesas. Y,! zas! llega el estacazo" -Estaba diciendo, en aquella mañana fría, si sacar su cabeza de debajo de la manta.
Era una mañana de un domingo: Un domingo que el Cielo anunciaba, nieve, y las campanas de una iglesia, llamando a los fieles, que sin duda algo hablarían con el Cielo.
Me había recibido, con un! hola! débil pero sin perder el tono irónico, que caracterizaba."Bienvenido a la casa de los pobres" Permanecía arropado tosía."Deja lo que traigas, bajo la escalera... si no te importa... lo comerá algún hambriento de entre los que ocupamos este palacio... ya sabes que no faltan inquilinos... para muchos molestos"
Me marché con un! hasta mañana! una especie de suspiro salió entre las mantas.
LIBERTAD (continuará)
"El mal comienza siempre en alguna parte y nunca termina de el todo, ni de igual manera, tampoco para todos..."repetía una y otra vez, aquel compañero, en medio de la noche fabricada por turbias manos: manos que gesticulan, a veces en su locura, sin importarles, si en algún rincón se llora por su culpa.
"No te quedes en la noche de los olvidados, amigo": también me decía: Yo cometí errores, a la vez que pagué caro los de los otros... pero yo no sabía que en cada calle hay un buitre al acecho y hay que desconfiar de sus garras y picos puntiagudos. Te ha tocado caminar por el lado de el perdedor... no te amilanes y lucha, cuando sea preciso. No te estoy pidiendo que te pases de el lado de las fieras,! no! se que no valdrías, porque no tienes madera de canalla. Pero puedes apartarte de mendigar, al igual que yo, un pedazo de pan...
y mezclado con tu sudor, te dará fuerzas, para llamar al explotador por su nombre. Si te unes a aquellos que luchan por una sociedad mas justa, esta no parirá tanto parásito..."
Me estaba diciendo que no acabara como el, empapado de alcohol, viejo y cansado.
No había contado mi situación a mis compañeros de trabajo, ni tampoco mi amistad con aquel viejo, que muchos tomarían por loco, Pero que como el decía: "Tal vez soy el loco mas cuerdo en un mundo de locos"
"Entre pobres nos entendemos mejor, entre ricos, a veces se devoran: se roban, unas veces con sonrisas y otras a palos... lo malo es que nos arrastran a el resto de los vivientes que se dejan arrastrar de falsas promesas. Y,! zas! llega el estacazo" -Estaba diciendo, en aquella mañana fría, si sacar su cabeza de debajo de la manta.
Era una mañana de un domingo: Un domingo que el Cielo anunciaba, nieve, y las campanas de una iglesia, llamando a los fieles, que sin duda algo hablarían con el Cielo.
Me había recibido, con un! hola! débil pero sin perder el tono irónico, que caracterizaba."Bienvenido a la casa de los pobres" Permanecía arropado tosía."Deja lo que traigas, bajo la escalera... si no te importa... lo comerá algún hambriento de entre los que ocupamos este palacio... ya sabes que no faltan inquilinos... para muchos molestos"
Me marché con un! hasta mañana! una especie de suspiro salió entre las mantas.
LIBERTAD (continuará)
