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PUERTOLLANO: Sigo en las lecturas de éste forero y veo algo que...

Sigo en las lecturas de éste forero y veo algo que me llama poderosamente la atención, sin ningún comentario, bueno, tanto como ninguno, tampoco es verdad, me ha parecido cuanto menos para detenerse un poco a pensar, vuelvo a repetir a Piri, que supuesto tenia que ver con éste foro, supongo no te ha de molestar lo traiga aquí. Saludos Piri, deseo estés pasando un buen verano.

Libertad, he comprobado in situ que al foro de Puertollano le sacáis el máximo de jugo posible en bien del pueblo, tenéis una cantidad de tertulianos como, Anónimo 1079, Cubero, María, German, Miguél, Finy, Ñirre, tú mismo y alguno más que me he dejado en el tintero, gente que hacéis del foro el punto fuerte de Puertollano, os felicito a todos.

Os mando mi decálogo, que intenté escribirlo lo mejor posible para que muchos de vosotros que también escribís en el foro de Madrid, Almendral, Badajoz y otros, liméis esperezas.

¿Soy yo aquél... que los demás quieren ver? ¿O soy aquél que los demás en mi no quieren ver?

A veces hacemos juicio de valor sobre personas rayando casi el desprecio, sin habernos molestado en averiguar cual fue el precio que tuvo que pagar por sus desavenencias, a veces insólitas, a veces fugaces con los demás y que sólo conocemos a través de comentarios no confirmados o hechos inevitables, cómo su procedencia, entorno familiar, situación laboral, el color de su piel o el origen de su raza o lengua.

Pero si que vale para que un desaprensivo incontrolado pueda curarse en salud con la frase “cuando el río suena agua lleva”
Seguramente (y ahí radica el problema) esta frase, nos viene como anillo al dedo para descargar una moralidad que muchas veces no tenemos y que ni siquiera nos merecemos,

Entre otras cosas, porque nunca hemos hecho nada para asociarlo con el civismo que deberíamos tener para poder opinar... sin embargo, si que nos despachamos a gusto con la mucha critica que corre y grita de esquina en esquina, con tanta quina en sus entrañas, como morbo domina en las bajeras de sus tripas.

Son cantares que valen para poner un velo al remordimiento de la infalible conducta que nos concedemos, y echarle un capote de esta manera tan airosa a esa salida que esconde aquello que salpica a nuestras conciencias, gentes que nunca van a tener la valentía de reconocer esa autocrítica que en nombre de otro... tanto prodigamos, nosotros mejor que nadie sabemos aquello tan viejo como sabio "él qué esté libre de culpa que arroje la primera piedra"
Antes que hacer de Juez de escaparate verbenero, y nombrarte "letrado" del juicio que tú mismo diseñaste, no hagas de testigo sin arte ni parte y dictes sentencia con los cantos de sirena de una sola parte../..

Con estos antecedentes y otros que no vieron la luz del "populacho" deberíamos de mirarnos en el espejo de nuestros defectos y en las sombras de nuestras virtudes,
Virtudes, que cuando son sometidas a la luz del sol por el Fiscal de nuestra razón, no son otra cosa que vicios adquiridos llenos de tinieblas, donde solo vemos lo que queremos ver y señalamos con demasiada frivolidad... lo que está por demostrar.
Cambia de posición y ocupa por un momento el lado de la oposición... Y sin comprometer a tu razón ni darle explicaciones a tu conciencia, te darás cuenta, porque priva el morbo que acarrea el comentario de cualquier cuestión que se salga del guión.

Entonces y no antes, ante lo corto de nuestros recursos ¿Qué hacemos? Tiramos de nuestras carencias y se la servimos en bandeja a la "rumología" como una verdad que no necesita consistencia para ser cierta...
Pues antes de que naciera ya la damos por hecha,
aún que sea una verdad infundada en la mentira,
aún que sea una verdad bajo sospecha,
aún que sea una calumnia a conciencia hecha... que más da, el caso es emponzoñar y de otros que no sea yo, hablar.

Así que me pregunto, para que una rumología sea divulgada con tanta insistencia y rotundidad no había al menos que enterarse antes... ¿De qué fuente proviene? porque de ahí en adelante podíamos saber la credibilidad que la cuestión tiene.

Dejemos por una vez llevarnos de ese instinto natural que todo ser humano guarda... y que sea nuestra conciencia la que determine... Sí ciertos privilegios sociales, económicos, geográficos o de cualquier tipo, por nosotros atesorados, nos da un canon moral o ético para estar por encima de nadie, para escupir en su plato, para decirle lo que esta bien o mal... cuando él decida lo contrario de lo que nosotros pensamos.

Pregunto:

¿Tiene todo ser humano derecho natural a ser conocido desde su mundo antes que etiquetado por su otro mundo?.

O acaso soy yo, que no soy nada, pretendiendo pasar por intachable y honorable ciudadano, desde una posición privilegiada caída del cielo, para convertirme en el vocero reproductor de una critica, sin haber perdido ni cinco minutos en tratar de cuestionarla, en pararme a pensar si es verdad o mentira... Esto que importa, si para mi tiene mucho más crédito el fango vertido.

¿A caso, no debería antes de juzgar algo que desconozco, tratar de conocerme a mí mismo, para poder hablar de mi inquilino con total atino?
O al menos tratar de saber donde está el límite de mi conducta y en el mejor de los casos, hacerle caso a mi conciencia si es que la tengo... y después empezar a tratar las cosas que mis tripas necesitan para que determinen si esta cuestión necesita enmienda.

Sin embargo, mi comportamiento se ampara en aquel que tuvo la suerte de no tener que poner a prueba los limites de su decencia... y desde esta afortunada premisa, no tengo ningún rubor en ser yo el que me imponga la autoridad moral para ir repartiendo carné de comportamientos éticos y sociales, o declararme fabricante de conductas intachables.

Quien soy yo, que nunca fui capaz de ser yo, y a los hechos me remito...
Aquél que nunca fue capaz de liberar su voluntad de la cárcel de su entorno,
aquél que nunca pasó el ITV de un comportamiento cívico,
aquél que nunca le hizo un chequeo a su conducta,
aquél que lava la ropa sucia en el manantial de los sedientos,
aquél que como una mosca ponzoñosa te recorre todos los limites de tu cara y se va a posar en la herida que tienes abierta,
aquél que escondido bajo la cobarde inmoralidad de su anónimo, juzga tu comportamiento.

Quien soy yo, para desprestigiar, enturbiar, machacar el sentimiento de otros, cortar ilusiones, meterme en la llaga de sus asuntos, la voluntad o el quehacer de los demás.

Yo, precisamente yo, que nunca tuve la suerte de ser yo, y con estos avales... un día me levanto y me pongo a dar lecciones de ingeniería honesta a todo el que pasa por mi lado... y en los ratos de descanso a desprestigiar al que tengo más a mano.

Columpiándome con la gracia en sus derroches de cualquier fantoche que me cuenta lo peor que encierra lo ruin de su privado cuento,
Elemento que aspira a que le siga al trote de sus dotes, porque quiere contarme la aventura jamás vivida...

Que toda su "virtud" la saca a relucir en la oscuridad de su noche, gente que pasa por "lobo" cuando el silencio es de los corderos y de la manada... éste elemento es la representación más acusada.

Cómo también tengo que decir, porque generalizar no es mi lema, que hay gente que aprendieron a callarse, dando por hecho con su silencio, que no quieren saber nada de esa mentira que tiene prisa en ser reconocida.

Antes que yo estudiara para ser tú y antes que yo aprendiera de los dos la mejor lección... Te diría
! Vive y deja vivir!
Aunque solo sea por el honor... que le hace falta a tu colección.

Estas tú en esta línea... Pues levanta la mano y pide la palabra, no te escondas más tras el murmullo de la gente cómoda, que hace de la critica destructiva la panacea de su vida.

Podremos engañar a cualquiera en cualquier momento, pero nunca a nuestra conciencia ni por un sólo instante... criticón indomable.

Piri