HAN AHORCADO UN PERRO
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Intento explicar a las personas mayores que lo del perro ahorcado no ha sido un sueño, pero ellos están tan ocupados
con eso de las guerras, con eso del dinero, que no se creen nada de nada y, yo me digo, si yo lo he visto, otros lo verían.
Pero nada, nadie ha visto nada, o no le dan importancia.
Volvíamos de casa de un familiar, después de pasar el domingo casi todo el día con el culo pegado al sofá viendo todos los accidentes, todas las muertes que nos habían puesto en la "tele ", que casi era un alivio el regresar.
Tomamos un autobús que sale de la urbanización y vinimos a Madrid por la carretera de Valencia.
Y a los pocos minutos de haber partido, vi unos perros que hociqueaban el hambre, con las patas hurgando entre apellidos de miseria, en unos cubos de basura.
También vi unas patas que colgaban de una higuera
´ ¡Un perro ahorcado!
Y eche hacía atrás todo mi ser de hombre.
Era un perro ahorcado, que más parecía el juguete de una horrible pesadilla.
Alguno más lo debió ver, pues escuché estas palabras: Así esta mejor -
Quizás era un profesional de la basura desde su más tierna infancia, a lo mejor llevaba varios días sin comer ni roer un hueso.
¿Cómo se puede hablar así cuando se trata de un ser?
Nunca vi tanto asco amontonado, y me hubiese revelado contra esa humanidad agonizante en tan brutal y odiante comentario..
Os extraña que tenga mojados los ojos. - De buena gana habría gritado-
Dejadme en esta esquina os lo ruego, soñar con ese perro entre soñado.
Le veo jugar a juegos que ya nunca jugará, o buscar en el cubo nuestros malolientes desperdicios, que quizá lo hizo así desde la infancia.
¡No, pero eso no! ¡Ahorcar un perro!
Cuando diga esta noche al acostarme mis últimas y perdidas oraciones, quiero pedir al
Dios del hombre y del perro, que me lleve a jugar con el perro del cubo de basura, y si ya estoy mas conformado porque alguien me hubiese dicho que los perros también tienen un mundo mejor, quizá le compre " pirulinas "que son cosas que nunca le compramos a los perros.
Lo que no podré explicarle nunca el porque fué muerto, ya que nunca lo sabré.
Ni le diré tampoco que hay una palabra que se llama amor.
Y mucho menos le hablaré de la gente que hace comentarios, pues estos seres estarán incompletos "por los siglos de los siglos "
Me duelen estas cosas, me ahogan las palabras, la risa de la gente comentando las hazañas macabras,
Me duelen estas cosas … Me duelen estas cosas …
Manuel Gonzalez Alvarez
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Intento explicar a las personas mayores que lo del perro ahorcado no ha sido un sueño, pero ellos están tan ocupados
con eso de las guerras, con eso del dinero, que no se creen nada de nada y, yo me digo, si yo lo he visto, otros lo verían.
Pero nada, nadie ha visto nada, o no le dan importancia.
Volvíamos de casa de un familiar, después de pasar el domingo casi todo el día con el culo pegado al sofá viendo todos los accidentes, todas las muertes que nos habían puesto en la "tele ", que casi era un alivio el regresar.
Tomamos un autobús que sale de la urbanización y vinimos a Madrid por la carretera de Valencia.
Y a los pocos minutos de haber partido, vi unos perros que hociqueaban el hambre, con las patas hurgando entre apellidos de miseria, en unos cubos de basura.
También vi unas patas que colgaban de una higuera
´ ¡Un perro ahorcado!
Y eche hacía atrás todo mi ser de hombre.
Era un perro ahorcado, que más parecía el juguete de una horrible pesadilla.
Alguno más lo debió ver, pues escuché estas palabras: Así esta mejor -
Quizás era un profesional de la basura desde su más tierna infancia, a lo mejor llevaba varios días sin comer ni roer un hueso.
¿Cómo se puede hablar así cuando se trata de un ser?
Nunca vi tanto asco amontonado, y me hubiese revelado contra esa humanidad agonizante en tan brutal y odiante comentario..
Os extraña que tenga mojados los ojos. - De buena gana habría gritado-
Dejadme en esta esquina os lo ruego, soñar con ese perro entre soñado.
Le veo jugar a juegos que ya nunca jugará, o buscar en el cubo nuestros malolientes desperdicios, que quizá lo hizo así desde la infancia.
¡No, pero eso no! ¡Ahorcar un perro!
Cuando diga esta noche al acostarme mis últimas y perdidas oraciones, quiero pedir al
Dios del hombre y del perro, que me lleve a jugar con el perro del cubo de basura, y si ya estoy mas conformado porque alguien me hubiese dicho que los perros también tienen un mundo mejor, quizá le compre " pirulinas "que son cosas que nunca le compramos a los perros.
Lo que no podré explicarle nunca el porque fué muerto, ya que nunca lo sabré.
Ni le diré tampoco que hay una palabra que se llama amor.
Y mucho menos le hablaré de la gente que hace comentarios, pues estos seres estarán incompletos "por los siglos de los siglos "
Me duelen estas cosas, me ahogan las palabras, la risa de la gente comentando las hazañas macabras,
Me duelen estas cosas … Me duelen estas cosas …
Manuel Gonzalez Alvarez
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