! No! no te voy a dar a leer: compañera inseparable, no te lo voy a leer, porque hoy no quiero para tí un día tan triste como te lo fue en de ayer. Ayer a hora mu temprana, ya esperabas llamadas y visitas. Transcurrían las horas. Una llamada... temprana, pero egoísta; la segunda no tanto. y puesto que, de el hijo que procedía esta, es la que menos esperabas; te alegró unas horas. La otra, la mas cameladora, la que lo hace a diario, se repitió dos veces: no quise comentarte nada,: no quise decirte nada, por no aumentar tu tristeza en este día. Esperabas mas. Esperabas mucho mas en el día de ayer, en que hablaste con todos tus amigos y comentabas...
Así transcurrió el día, pensando: pensando en que ninguno de tus hijos se acercó, pese a que todos lo hacen... CUANDO A ELLOS LES INTERESA... "CUANDO SUS QUEHACERES SE LO PERMITEN" te dicen: yo no me lo creo. Yo se muy bien y tu también que acuden, cuando les regalas una buena mesa, para ellos y para sus amigos, a veces, y que, una vez terminado el banquete:! adiós mamá! Y con sus arrumacos te convencen... a medias. Algunas veces te lo callas, pero yo, tu marido. el que todas las horas de el día y noche está contigo, te sigo en alegrías y tristezas.
¿Te diste cuenta de que ni tan siquiera, salí a dar un paseo en el día de ayer? Ni tan siquiera, me propusiste, tal paseo, y yo sabía por que.
Ya a hora avanzada, (acababa de finalizar el partido, únicos momentos de el día en que me separé de ti... en la habitación de al lado) comentabas, "TODOS SON IGUALES."
Es Antonia, me dijiste: (para quien me lea, Antonia, está sola por las circunstancias, Antonia es de las muchas personas de las que el Voluntariado Social se ocupa) Me pasaste el teléfono, estaba muy contenta. ¿Tu conoces Mauritania... J, me preguntó? No, no lo conozco, pero he estado muy cerca. respondí. Pues mira, J, el hijo mayor, acaba de llamarme por teléfono...! Que alegría había en sus palabras! Que felicidad, en una madre, por una simple llamada!
Y tu compañera de todas las horas, seguías triste. Te comenté: "! De haber sabido esto, te hubiese invitado a comer fuera!" Me comprendiste y callaste. Tu callaste, pero ta había oído decir a alguien, al otro lado del teléfono. El único que ha estado conmigo, todo el día ha sido mi marido. Estaba oscuro el jardín. Ni tan siquiera he encendido la luz (me conocía el lugar) he cogido, la rosa mas bonita (te hube hablado de ella)! Toma!- Te he dicho.
Y aquí estoy, mi inseparable compañera, contándome a las ocho de la mañana, como abrazada a mi como nunca, has dormido de un tirón. J, a su modo, se ha acordado de su madre... horas antes DE... comentabas por teléfono. Yo fingía tomar unas notas, pero te estaba escuchando. Estaba pensando: Está muy triste ¿Que hacer? ¿Para que repetir lo que ella sabe...? "He pasado el día... todo el día sola, con mi marido... te sorprendí comentabas. No quise escuchar
el resto, porque ya sabía de tus quejas.
Ya se y muy bien, de el tesón de las madres. de sus lagrimas ocultas. De sus horas de desvelos; desde aquellas lejanas nanas...
No voy a pedir esfuerzo alguno en alguno de estos hijos, excesivamente egoístas, si recordarles, que los padres, maridos o compañeros, callamos y que en algún momento de nuestras vidas. hemos dicho:! Madre mía, como quisiera, en este instante cobijarme en tu regazo! Hijos: vuestra madre, ya está trajinando, desciendo, con ella, porque siempre me espera para desayunar ¿Sabéis, acaso que es una hermosa costumbre? Ya se que algunos lo ignoráis, como el hecho de que estoy seguro, que cuando se ha levantado, ha mirado la rosa que anoche colocó en un vaso con amor... seguro, seguro que la ha besado. Y... cuando lo hacía, os estaba preguntando ¿porque, hijos, ayer estuve tan sola?
LIBERTAD.
Así transcurrió el día, pensando: pensando en que ninguno de tus hijos se acercó, pese a que todos lo hacen... CUANDO A ELLOS LES INTERESA... "CUANDO SUS QUEHACERES SE LO PERMITEN" te dicen: yo no me lo creo. Yo se muy bien y tu también que acuden, cuando les regalas una buena mesa, para ellos y para sus amigos, a veces, y que, una vez terminado el banquete:! adiós mamá! Y con sus arrumacos te convencen... a medias. Algunas veces te lo callas, pero yo, tu marido. el que todas las horas de el día y noche está contigo, te sigo en alegrías y tristezas.
¿Te diste cuenta de que ni tan siquiera, salí a dar un paseo en el día de ayer? Ni tan siquiera, me propusiste, tal paseo, y yo sabía por que.
Ya a hora avanzada, (acababa de finalizar el partido, únicos momentos de el día en que me separé de ti... en la habitación de al lado) comentabas, "TODOS SON IGUALES."
Es Antonia, me dijiste: (para quien me lea, Antonia, está sola por las circunstancias, Antonia es de las muchas personas de las que el Voluntariado Social se ocupa) Me pasaste el teléfono, estaba muy contenta. ¿Tu conoces Mauritania... J, me preguntó? No, no lo conozco, pero he estado muy cerca. respondí. Pues mira, J, el hijo mayor, acaba de llamarme por teléfono...! Que alegría había en sus palabras! Que felicidad, en una madre, por una simple llamada!
Y tu compañera de todas las horas, seguías triste. Te comenté: "! De haber sabido esto, te hubiese invitado a comer fuera!" Me comprendiste y callaste. Tu callaste, pero ta había oído decir a alguien, al otro lado del teléfono. El único que ha estado conmigo, todo el día ha sido mi marido. Estaba oscuro el jardín. Ni tan siquiera he encendido la luz (me conocía el lugar) he cogido, la rosa mas bonita (te hube hablado de ella)! Toma!- Te he dicho.
Y aquí estoy, mi inseparable compañera, contándome a las ocho de la mañana, como abrazada a mi como nunca, has dormido de un tirón. J, a su modo, se ha acordado de su madre... horas antes DE... comentabas por teléfono. Yo fingía tomar unas notas, pero te estaba escuchando. Estaba pensando: Está muy triste ¿Que hacer? ¿Para que repetir lo que ella sabe...? "He pasado el día... todo el día sola, con mi marido... te sorprendí comentabas. No quise escuchar
el resto, porque ya sabía de tus quejas.
Ya se y muy bien, de el tesón de las madres. de sus lagrimas ocultas. De sus horas de desvelos; desde aquellas lejanas nanas...
No voy a pedir esfuerzo alguno en alguno de estos hijos, excesivamente egoístas, si recordarles, que los padres, maridos o compañeros, callamos y que en algún momento de nuestras vidas. hemos dicho:! Madre mía, como quisiera, en este instante cobijarme en tu regazo! Hijos: vuestra madre, ya está trajinando, desciendo, con ella, porque siempre me espera para desayunar ¿Sabéis, acaso que es una hermosa costumbre? Ya se que algunos lo ignoráis, como el hecho de que estoy seguro, que cuando se ha levantado, ha mirado la rosa que anoche colocó en un vaso con amor... seguro, seguro que la ha besado. Y... cuando lo hacía, os estaba preguntando ¿porque, hijos, ayer estuve tan sola?
LIBERTAD.
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