Silverio, este grandulón es mi marido, pero también cumple la función de cuidarme... aunque ya soy bastante grandecita como para cuidarme sola. Si sólo fuera mi guardaespaldas no le permitiría ese acercamiento, ni tanta confianza... Aunque es verdad que para estar bien protegidas de la inseguridad actual, necesitaríamos por lo menos tres, de estos corpachones... ¡Un abrazo!