¡
Felices sueños,
amigo Cubero! Sì, nos fundimos en un abrazo mutuo, filial y maternal, alma con alma... esas partìculas maravillosas que alimenta el amor y nos mantiene vivos. Luego, por supuesto, vino ese hàbito tan expresivo de nuestros sentimientos que es el beso. Se la entreguè en un papel plegado en forma de barquito para despertarle màs curiosidad e intriga... Ya el sàbado 17 le habìa dado un escrito breve en nombre de Zenòn y mìo, en prosa, formando una tarjeta casera. Tambièn le transcribì
... (ver texto completo)