Hasta quieren robarte el pensamiento
mientras que te marcan el camino
esos hombres-buitres al acecho-
cuyo aliento es frío: muy frío.
Re robarán la espiga de tus ojos
desde sus actitudes y sus gritos,
tu cielo...! pandilla de locos!-
mientras te clavan sus colmillos...
Otros te veremos luces en tu pecho
y palparemos tus hímedos suspiros.
hasta caminaremos cerca de tus inviernos
empapados de mordeduras de siglos.
Y yo que acudía al encuentro
de tus pasos por senderos ateridos...
Y yo que vi a malditos banqueros
dejarte en el pozo del olvido.
Y yo que presecio como te roban
pan y casa esos malditos.
mientras que te marcan el camino
esos hombres-buitres al acecho-
cuyo aliento es frío: muy frío.
Re robarán la espiga de tus ojos
desde sus actitudes y sus gritos,
tu cielo...! pandilla de locos!-
mientras te clavan sus colmillos...
Otros te veremos luces en tu pecho
y palparemos tus hímedos suspiros.
hasta caminaremos cerca de tus inviernos
empapados de mordeduras de siglos.
Y yo que acudía al encuentro
de tus pasos por senderos ateridos...
Y yo que vi a malditos banqueros
dejarte en el pozo del olvido.
Y yo que presecio como te roban
pan y casa esos malditos.
Tienes razon Juan, y coincido contigo en que tampoco me gusta que ladren los perros del hambre, pero por desgracia ladran mucho
