Y VINO AL MUNDO LA LUZ
En quella noche fría
del último mes del año
todo es para ellos extraño.
Nadie les quiere acoger,
no sabían ya que hacer.
No tenían ni un amigo.
¿Dormir sin ningún abrigo?
¡Eso no podía ser!
Empieza ya a anochecer,
de Belén a las afueras
recuerda José que hubiera
una cueva de animales.
La blanca nieve caía
densa, suave, silenciosa...
junto a José va su esposa,
la Inmaculada María.
Un rayo tenue de luna
ilumina el portalito.
Su queridísimo hijito
tendrá un pesebre por cuna.
Un burro y un buey por fortuna
dan calor al respirar
y llenan de bienestar
aquella humilde mansión.
Y vino al mundo la luz
iluminando las mentes
de las engañadas gentes.
Y esa luz ¡era Jesús!.
Mercedes Urrutia Urresti
En quella noche fría
del último mes del año
todo es para ellos extraño.
Nadie les quiere acoger,
no sabían ya que hacer.
No tenían ni un amigo.
¿Dormir sin ningún abrigo?
¡Eso no podía ser!
Empieza ya a anochecer,
de Belén a las afueras
recuerda José que hubiera
una cueva de animales.
La blanca nieve caía
densa, suave, silenciosa...
junto a José va su esposa,
la Inmaculada María.
Un rayo tenue de luna
ilumina el portalito.
Su queridísimo hijito
tendrá un pesebre por cuna.
Un burro y un buey por fortuna
dan calor al respirar
y llenan de bienestar
aquella humilde mansión.
Y vino al mundo la luz
iluminando las mentes
de las engañadas gentes.
Y esa luz ¡era Jesús!.
Mercedes Urrutia Urresti
