CD Puertollano y Almería B firman tablas en un partido que cualquiera de los dos pudo ganar. Por tanto, justo empate que dejaba felices a los dos, pero cierto sabor amargo por dejarse dos puntos en el camino.
La lectura del partido podría haber sido distinta si el factor lesiones no hubiese acompañado a los puertollaneros desde el principio. Bueno, más que acompañado, masacrado, porque a los quince minutos Zúñiga ya había tenido que realizar sus dos primeros cambios al retirarse lesionados Juanlu y Moreno, lo que daba entrada a Pelegrina y Carrascosa buscando recomponer el esquema inicial, que obligaba a Manu Maya a ejercer como lateral izquierdo.
Antes de sendas lesiones, una mala cesión de Reguero casi le cuesta el primer disgusto al Puertollano, pero reacción a tiempo el cancerbero local. Era el minuto 8 de partido y el cúmulo de despropósitos continuaría dos minutos más tarde cuando un resbalón del portero visitante Lopito le deja el balón franco a Sergio Molina que con la portería vacía manda el balón fuera. Justo en la jugada siguiente, sería Pallarés quien mandaría un disparo al palo sembrando el pánico en la grada del municipal puertollanero. Vibrante comienzo que se fue diluyendo con el paso de los minutos, donde empezaba a cobrar protagonismo las lesiones antes mencionadas que dejaban al Puertollano en una aureola de incertidumbre que se vio acrecentada cuando Manu Maya, al borde del descanso, se tenía que retirar por otra lesión muscular, lo que dejaba a los azules con un jugador menos colocándose Pedro Díaz como lateral izquierdo hasta que el árbitro pitaba el final de los cuarenta y cinco minutos, con ese 0-0 que reflejaba el marcador y que solo se habría visto alterado si alguno de los disparos lejanos de ambos conjuntos hubiera ido entre los tres palos, o si el único que si fue, el de Sergio Molina en el minuto 42, no hubiera sido desviado por Lopito.
La lectura del partido podría haber sido distinta si el factor lesiones no hubiese acompañado a los puertollaneros desde el principio. Bueno, más que acompañado, masacrado, porque a los quince minutos Zúñiga ya había tenido que realizar sus dos primeros cambios al retirarse lesionados Juanlu y Moreno, lo que daba entrada a Pelegrina y Carrascosa buscando recomponer el esquema inicial, que obligaba a Manu Maya a ejercer como lateral izquierdo.
Antes de sendas lesiones, una mala cesión de Reguero casi le cuesta el primer disgusto al Puertollano, pero reacción a tiempo el cancerbero local. Era el minuto 8 de partido y el cúmulo de despropósitos continuaría dos minutos más tarde cuando un resbalón del portero visitante Lopito le deja el balón franco a Sergio Molina que con la portería vacía manda el balón fuera. Justo en la jugada siguiente, sería Pallarés quien mandaría un disparo al palo sembrando el pánico en la grada del municipal puertollanero. Vibrante comienzo que se fue diluyendo con el paso de los minutos, donde empezaba a cobrar protagonismo las lesiones antes mencionadas que dejaban al Puertollano en una aureola de incertidumbre que se vio acrecentada cuando Manu Maya, al borde del descanso, se tenía que retirar por otra lesión muscular, lo que dejaba a los azules con un jugador menos colocándose Pedro Díaz como lateral izquierdo hasta que el árbitro pitaba el final de los cuarenta y cinco minutos, con ese 0-0 que reflejaba el marcador y que solo se habría visto alterado si alguno de los disparos lejanos de ambos conjuntos hubiera ido entre los tres palos, o si el único que si fue, el de Sergio Molina en el minuto 42, no hubiera sido desviado por Lopito.
ah claro, ahota lo entiendo, dos puntos que se pierden y encima algunos lesionados, si que es mala pata jolin....