RAÚL MEDINA, TERCER CAMBIO
Con ese panorama comenzaba la segunda mitad. Raúl Medina entraba al terreno de juego ocupando la plaza del lesionado Manu Maya. Ganó el centro del campo pero se perdió mordiente en ataque al contar con un efectivo menos (Pedro Díaz) para el juego por bandas que tanto gusta al entrenador del equipo que actuaba como local.
Salió más enchufado el Almería B, dispuesto a aprovecharse del desconcierto del CD Puertollano que no sabía como adaptarse a tanto cambio por lesion. Richi, en el minuto 54, saca una falta que obliga a lucirse al guardameta Reguero al despejar un balón que se marchaba por la escuadra. Cuatro minutos después sería Manzano quien remataría con la testa un saque de esquina desde la izquierda del ataque almeriense, pero el balón acabó en las manos de Reguero nuevamente. Y tres después, en el 61, otro saque de falta a cuatro metros de la frontal era lanzado magistralmente por Abel pero el balón, para suerte local, se estrellaba en el larguero y botaba fuera. Eran los mejores minutos del filial almeriense que no lograba rematar a un tocado Puertollano.
Pero el paso de los minutos niveló el partido. Los azules se encomendaron a un activo Sergio Molina que era quien más lo intentaba, pero casi siempre con tiros lejanos sin contar con el final feliz del gol. También se confiaba en las galopadas de Elthon, pero el cansancio hizo mella y no se pudo aprovechar el CD Puertollano del peligro que genera el interior por bandas.
Pero al final, y a pesar de intentarlo más con el corazón que con la cabeza, llegaba el gol para el cuadro de Manolo Zúñiga. Un saque de falta escorado a la izquierda del ataque azul, acaba con varios rechaces que le sirven a Pelegrina para empujar el balón al fondo de la red. Era el minuto 75 y el Puertollano se adelantaba en el marcador, provocando el delirio en las gradas y la compensación a tanto infortunio en forma de lesión.
Pero poco dura la alegría en la casa del pobre, y en el caso del CD Puertollano, nunca mejor dicho. Porque a los cinco minutos, Pedro Díaz cometía penalti sobre un jugador almeriense en una imprecisión del puertollanero en el despeje y todo acaba con la expulsión del improvisado lateral izquierdo (por doble amarilla) y con el tanto del empate el anotar José Ramón la pena máxima.
Con el pitido final, reparto justo de puntos en un partido que mejoró en la segunda mitad y que, como reconocieron los entrenadores, los dos podían haber ganado. La pena para el CD Puertollano es que, tras el empate del Cádiz, los azules se podían haber metido entre los cuatro primeros puestos. Pero viendo como se desarrolló el partido, y con el parte de bajas a cuesta... el empate es más que un punto. La fase de ascenso tendrá que esperar.
Con ese panorama comenzaba la segunda mitad. Raúl Medina entraba al terreno de juego ocupando la plaza del lesionado Manu Maya. Ganó el centro del campo pero se perdió mordiente en ataque al contar con un efectivo menos (Pedro Díaz) para el juego por bandas que tanto gusta al entrenador del equipo que actuaba como local.
Salió más enchufado el Almería B, dispuesto a aprovecharse del desconcierto del CD Puertollano que no sabía como adaptarse a tanto cambio por lesion. Richi, en el minuto 54, saca una falta que obliga a lucirse al guardameta Reguero al despejar un balón que se marchaba por la escuadra. Cuatro minutos después sería Manzano quien remataría con la testa un saque de esquina desde la izquierda del ataque almeriense, pero el balón acabó en las manos de Reguero nuevamente. Y tres después, en el 61, otro saque de falta a cuatro metros de la frontal era lanzado magistralmente por Abel pero el balón, para suerte local, se estrellaba en el larguero y botaba fuera. Eran los mejores minutos del filial almeriense que no lograba rematar a un tocado Puertollano.
Pero el paso de los minutos niveló el partido. Los azules se encomendaron a un activo Sergio Molina que era quien más lo intentaba, pero casi siempre con tiros lejanos sin contar con el final feliz del gol. También se confiaba en las galopadas de Elthon, pero el cansancio hizo mella y no se pudo aprovechar el CD Puertollano del peligro que genera el interior por bandas.
Pero al final, y a pesar de intentarlo más con el corazón que con la cabeza, llegaba el gol para el cuadro de Manolo Zúñiga. Un saque de falta escorado a la izquierda del ataque azul, acaba con varios rechaces que le sirven a Pelegrina para empujar el balón al fondo de la red. Era el minuto 75 y el Puertollano se adelantaba en el marcador, provocando el delirio en las gradas y la compensación a tanto infortunio en forma de lesión.
Pero poco dura la alegría en la casa del pobre, y en el caso del CD Puertollano, nunca mejor dicho. Porque a los cinco minutos, Pedro Díaz cometía penalti sobre un jugador almeriense en una imprecisión del puertollanero en el despeje y todo acaba con la expulsión del improvisado lateral izquierdo (por doble amarilla) y con el tanto del empate el anotar José Ramón la pena máxima.
Con el pitido final, reparto justo de puntos en un partido que mejoró en la segunda mitad y que, como reconocieron los entrenadores, los dos podían haber ganado. La pena para el CD Puertollano es que, tras el empate del Cádiz, los azules se podían haber metido entre los cuatro primeros puestos. Pero viendo como se desarrolló el partido, y con el parte de bajas a cuesta... el empate es más que un punto. La fase de ascenso tendrá que esperar.
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