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PUERTOLLANO: Voy a intentar hacer memoria y visualizar como era...

iNOLVIDABLE FIN DE SEMANA EL QUE HEMOS PASADO EN pUERTOLLANO UNA QUIN CENA DE AMIGOS Y ANTIGUOS COMPAÑEROS D ELOS SALESIANOS ENTRE EL 70 y 74. Nos reunimos a las puertas del colegio (Loli incluida) y luego (ya sin Loli) entramos dentro y un salesiano nos fue enseñando las instalaciones. La iglesias, el patro, el gimnasio, los talleres, el campo de futbol. Fueron inevitabels las comparaciones con 37 años atrás, pero disfrutamos muchísimo. Fotos en las escaleras (ya colgaré alguna) y luego, a comer. Comida frateranlk con muchas historias que nos teniamos que contar y la promesa de repetir esto el año que viene, a poder ser con más gente.
Había compañeros que no s ehabian visto en 34 años, pero todos nos reconocimos a la primera, porque tampoco hemos cambiado tantos (excepto pelo y barriga). En fin, una velada inolvidable y una vuelta atrás que fue volver a vivir.

Además, ya a titulo persona, me hice un recorrido por el Pueretollano "antiguo": paseo, calle Ancha, Cuadro, Talavera Baja, Talavera Alta, Torrecilla, Plaza Constitucoipon, Tercia, Cañas, Amargura, Calzada etc. Ya muy poco queda de lo que yo conoci y vivi y em dolio mucho que un edifgicio preciosos como era la antigua fonda La Tercia se haya convertido en un blqoue de cemento. Y de "mi" calle, Talaver aLTA, ESTÁ MEDIO DERRUIDA TODA Y NI SIQUIERA SE DISTINGUE EL RÓTULO que da nombre a la calle. ¡Señor Hermoso, mande un operario que poNGga otro bien visible!

En fin, que me lo pasé de cine con mis compis y con ese paseo puertollanero

Buen día Fernando, me alegro disfrutaras de tu visita a Puertollano, has nombrado una calle y un edificio como es, la fonda de la calle Tercia, que a mi me está doliendo ya desde hace tiempo, pero me duele la calle al completo, ese ha sido siempre mi paso y me pareció siempre una calle llena de vida y encanto, ir viendo como se apagaba y cambiaba, me dolió y me sigue doliendo.

No se si has leído, ó si luego tuviste ocasión de hablar con Loli, pero después de vuestro encuentro, pasó la tarde y noche con su madre en urgencias, buen susto se llevó, afortunadamente ahora está bastante entonadita, eso me acaba de decir ella misma, cuando hemos charlado vía telefónica.

Que razón llevas María, con la vida que tenia esa calle y ahora casi que es un bello recuerdo y sin mas…..

Donde vivimos ahora le pasa un poco como a la calle de la Tercia, quizá eso es lo que más me gusta, no tenemos ni que abandonar la calle para tener todo tipo de servicio. pero es que en aquel corto trayecto, estaba todo concentrado, si no me equivoco, la única tienda de aquella época que queda es la del mimbre, es el mismo que a nosotros nos mira el PC, a él recurrimos y rápido y bien nos atiende Eugenio, también está la tienda de cortinas, Eloisa, que aunque ya tiene algunos años, yo recuerdo cuando se establecieron, creo llegaron de Peñarroya-Pueblonuevo.

Yo tengo muy borrosos los recuerdos de la calle La Tercia, pero creo recordar que frente a la imprenta había una tienda pequeñina en la misma esquina, los 2 puestos de los hermanos creo, uno a cada lado de la puerta de entrada de la fonda, la zapatería de Vázquez, y después es cuando ya me lio, me parece que por encima una tienda de especies y que a la vez el dueño o dependiente era una especie de practicante y alguna inyección me tiene puesta, ya casi en la Plaza Mayor una tienda grande a la derecha, pero no me digas de que era….

Voy a intentar hacer memoria y visualizar como era la calle Tercia, entrando por la Plaza Pepe Hia, vaya, por donde teníamos la entrada tanto Cubero, como yo, a mano derecha un taller, creo les decían Tiznajo, uno de los muchos artesanos del pueblo, a continuación Imprenta Guerrero, una zapatería, Pensión la Tercia, al lado los puestos que tenían los hijos de la propietaria, de la pensión, donde vendían pescados y fruta, también había otro despacho de carne y un señor que reparaba cacharros, paraguas, creo se le decía lañador, tenia un cuarto muy chiquito, lo mismo ponía lañas a los cacharros que estaño a los pucheros, a continuación y no se porque orden, la tienda que ayer contaba del mimbre, Tejidos Eloisa, un banco, quizá el Español de Crédito y otra tienda grande de confecciones, pero de la que nada más puedo decir, no recuerdo. Ahora volvemos al comienzo y nos ponemos frente a la Imprenta, tenemos al comienzo el despacho de Golilla, la tienda de Mercería y varios, la peluquería-barbería, el practicante Jani, el despacho de especias, Calzados Vázquez (la viuda de uno de los hijos de Vázquez) también había una tienda importante, el propietario le recuerdo bien, porque yo era pequeña y no había conocido a nadie operado de laringe y claro, me resultaba muy extraño escucharle hablar, yo no recuerdo el nombre, pero me cuenta mi madre era la tienda de Pardo ¿? Ahí se compraba el pimentón, la tripa y todo lo necesario para los embutidos en tiempo de matanza y donde solían mandarnos a las más jovencitas, ahora los padres nos encargamos de todo, antes, los recados se dejaban para los peques y menudas caminatas me tengo yo dadas con esa tarea, bueno continuo y lo único que recuerdo ya es la tienda de la esquina, la del saldista, recordé el nombre días pasados gracias a la Sra. Lola, forera silenciosa, pero de la que se nota el asesoramiento, gracias a su buena memoria. Bueno Cubero, no se que orden he puesto a los locales y seguro me faltaron, pero eso es más o menos como recuerdo la calle de mis nostalgias y una de las que más me duele se perdieran.

De la carnicería que había justo al lado de la pensión, recuerdo algo que lo mismo ya os lo he contado, el hijo de mi jefe, tenia un perro de caza, muy bonito, a mi, siempre me dieron miedo los perros, a pesar de todo, éste animal salía todos los días a esperarme a la Plaza Pepe Hia, por la puerta de Agudo casi siempre me lo encontraba y marchaba a mi lado hasta el destino, una mañana escucho al llegar a ese punto un griterío y veo al perro que llevaba en la boca toda una asadura de cordero entera, se la había quitado a una señora de su cesta y ésta preguntaba ¿quien seria el dueño?, seguro muchos de los que lo presenciaron lo conocían bien, incluido el carnicero, pero la pobre mujer ese día hizo una compra algo cara y el perro entró antes que yo, con su presa en la boca, ante el asombro de todos los que le vieron entrar y a los que yo relaté el suceso, mientras el se dio un buen desayuno.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Este mensaje una vez leido, he decidido dejarlo para mañana compartirlo con mi madre y despues ya responderé... Gracias Maria por ese recorrido que has hecho...
Buffffffffffffffffff…. demasiada memoria la tuya, nada que ver con los pocos recuerdos y encima borrosos que tengo yo..