Lo recuerdo cmo si fuera hoy mismo. Allie staba yo, en la esquina e Aduana con el Pseo, en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid,. Como se ve en la foto lloiva amares, y cvuando pasó el malogrado Luios Ocaña yop le grité ¡Afrancesado!" (vivia y corria en Francxiua) y segiró y a popco se va a l suelo. ¡Vaya sustp! Cada evz que lo recuero me da un poco d egrima y me pregunto por qué le insulté así. Cosas de jóvenes. Entonces corçía un taL Elorriaga, que algunos poensabanm que era hermano del salesiano y proefsor mio de Matemáticas Santiago Elrriaga, pero no.
Fernando ya veo que lo del deporte te viene de siempre, seguidor de ello y hasta hoy, y me ha hecho gracia que tan joven se te ocurriera lo que hiciste,, anda que se quedaria de una pieza, cuando te oyera llamarle asi.
Sabias que Santiago Elorriaga ya no está en Puertollano?
Un abrazo Fernando
Sabias que Santiago Elorriaga ya no está en Puertollano?
Un abrazo Fernando
Ya sabia que Santiago Elorriaga no estaba en Puertollano. Se fue a Madrid, a Atocha, epro me parece que esta jubilado, segun me comentaba mi amigo Herminio Sobrino, que tiene contacto con él y con Teodulio.
Buen profesor de Matemáticas. Te cuento una anécdota. A mi las Matemáticas era la asignatura quie mas me gustaba y disfrutaba con ella, no asi con los Trabajos Manuales. Pero un dia me pillo con el paso cambiado y en una clase de Santiago el espeté "apaga y vámonos". Se quedó perplejo y para sentar el principio de autoridad me echó de clase y me mandó que me presentara al jefe de estudios, Mariano Garcia Yagüe. Este., a su vez, me mandó al centro del patio, allí como un poste durante una hora. En fin, eso no fue obice para que la relacion con Santiago siguiera siendo buena y mi pasion por las matemáticas quedara intacta.
Buen profesor de Matemáticas. Te cuento una anécdota. A mi las Matemáticas era la asignatura quie mas me gustaba y disfrutaba con ella, no asi con los Trabajos Manuales. Pero un dia me pillo con el paso cambiado y en una clase de Santiago el espeté "apaga y vámonos". Se quedó perplejo y para sentar el principio de autoridad me echó de clase y me mandó que me presentara al jefe de estudios, Mariano Garcia Yagüe. Este., a su vez, me mandó al centro del patio, allí como un poste durante una hora. En fin, eso no fue obice para que la relacion con Santiago siguiera siendo buena y mi pasion por las matemáticas quedara intacta.
