Que cargadas de razón están estas letrillas, ahora en las ciudades todo son prisas y largas colas para todo, pero cuando saludas te suelen contestar con una mirada de refilón que mas pareciera te perdonan por tu insolencia…
CUBERO, la vida es así. Las costumbres se marchitan, aún sin querer. Nosotros somos meros números que pasamos por la vida corriendo y sin darnos cuenta de nada. En ese correr, nos peleamos. Un abrazo