Esta es mi poesía, para hoy. Luego voy a dejar un tiempo hasta vover a poner otra, se me acaban jeje, y para dejaros descansar. Además en este excelente foro nunca faltarán buenas poesías.
EL TIEMPO
Cuando el tiempo aclara la razón,
y el sentimiento es parte del recuerdo,
aquella pasión que perdió su fuego,
es el ocaso de una hoguera fulgurante,
donde quemamos ilusiones y amarguras.
Hoy no comprendo aquel amor sntido,
y lo veo igual que un árbol muerto,
que no tiene hojas que demuesten su vida,
su figura es seca y fria; pienso,
que todo vuelve a mí desamparado,
desdibujado, sin nada que haga dulce,
aquello que fue dulce en mi cerebro.
Tiempo, juez insalvable de mi vida,
¿que pusistes o quitaste a mis recuerdos?,
que ahora sólo son una hoja en el libro de mi mente,
donde no hay vehemencia, ni siquiera odio,
me distes experiencia, pero querría algo de tí,
Canté, lloré, sufrí y viví a tu lado,
fuiste compañero solencioso en el correr de los años
robastes los deseos que te confié, y en tí se perdieron.
¿Dime al menos donde fueron?
que no tengo ilusión que agite ni cuerpo,
rodeado de gente, pero sólo,
devuelvemé o traemé algo, aunque sea nuevo,
con que poder anhelar entre mis sueños.
Y a mi admirada Concepción, nunca entraré en competición, para saber quien es el mejor poeta, yo lo que tengo claro, es quien es el peor. besos.
EL TIEMPO
Cuando el tiempo aclara la razón,
y el sentimiento es parte del recuerdo,
aquella pasión que perdió su fuego,
es el ocaso de una hoguera fulgurante,
donde quemamos ilusiones y amarguras.
Hoy no comprendo aquel amor sntido,
y lo veo igual que un árbol muerto,
que no tiene hojas que demuesten su vida,
su figura es seca y fria; pienso,
que todo vuelve a mí desamparado,
desdibujado, sin nada que haga dulce,
aquello que fue dulce en mi cerebro.
Tiempo, juez insalvable de mi vida,
¿que pusistes o quitaste a mis recuerdos?,
que ahora sólo son una hoja en el libro de mi mente,
donde no hay vehemencia, ni siquiera odio,
me distes experiencia, pero querría algo de tí,
Canté, lloré, sufrí y viví a tu lado,
fuiste compañero solencioso en el correr de los años
robastes los deseos que te confié, y en tí se perdieron.
¿Dime al menos donde fueron?
que no tengo ilusión que agite ni cuerpo,
rodeado de gente, pero sólo,
devuelvemé o traemé algo, aunque sea nuevo,
con que poder anhelar entre mis sueños.
Y a mi admirada Concepción, nunca entraré en competición, para saber quien es el mejor poeta, yo lo que tengo claro, es quien es el peor. besos.
