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PUERTOLLANO: ! Hola chicos! regreso del campo. He recordado, que...

! Hola chicos! regreso del campo. He recordado, que lejos hacia el Este, un día, entre otras cosas, fui niño y buscaba nidos... crecí y busque amor. Y escribo. Escribo, en un momento en que hacia el Sur, hay nubes que amenazan tormenta. pero vayamos a la historia.

<<< Uno se queda solo de repente, en una mañana., hacia una tarde en que el Sol se caía por el horizonte.
! Hola! Poco importa si me lees o no: poco importa a fin de cuentas, leas esto que hoy el silencio me reclama. ese silencio, que traslada a aquel día, nunca vencido. Aquel día en que el mecanismo del amor se puso en marcha para muchas oras... en una noche! toda una noche!
Te fuiste, pero no destruiste mi memoria: esta se puso en marcha aqella mañana amanecida.
Llegaste un día y por unas horas: no fue un día cualquiera, porque, toda una noche me alumbraste de tus caricias. Apenas gravé tu nombre, si me quedaría el calor de tu cuerpo para cada vez que a el se ciñe mi memoria.
Hablaríamos largo tiempo de tu pueblo castellano, mas al Sur que el mío, también castellano. Yo te hablaba de las muchachas que regresaban de la fuente con el cántaro a la cadera o sobre sus cabezas descansando sobre una especie de almohada. Yo te decía como las miraba a hurtadillas, tras de los olmos, y que me hice amigo del viento porque este levantaba su falda... Yo te de decía que algún encuentro no fue casual... y que se me helaban las palabras que pensaba pronunciar en un! hola!. Yo era muy tímido. Tu me hablabas de cosa parecidas, y hasta hablaríamos del acarreo y trilla de la mies, bajo un sol abrasador. hasta me contabas, de la insistencia de aquel muchacho que te cortejaba... y que tus padres, veían con buenos ojos, pero que no los padres de el. porque las tierras de ambos eran diferentes. A fin y al cabo-añadiste- el muchacho aquel no te gustaba. Y terminaste diciendo como cogiste un día eltren hacia lo desconocido. Luego me miraste de mirada triste. por encima de la mesa tomé tu mano, y, la dejaste en la mía mucho tiempo.. Supe que estabas muy sola en aquel instante. No dijiste nada, Yo si te dije. que aquella tarde de fin de año, lejos de muchas coas me sentía solo. Yo oprimía tu mano. te estaba queriendo: hablábamos sin cesar. Hablábamos, poco después de habernos encontrado, como si nos conociéramos de toda una vida.
Hablábamos y hablábamos y comenzó a rodar la noria del amor... en aquella ciudad, lejana que nos había dado cobijo. Y te llevé a mi "chamabre". y vencimos nuestra soledad. Y te acaricié y me a cariciaste. Y me diste y te dí amor toda una larga noche. Contigo no me siento solo. Contigo no me siento sola,, murmuramos entre caricia y caricia.
La noche era fría... muy fría. Tu cuerpo, caliente... hermosamente caliente, al mío arrebujado... Creo te dije que olía a tomillo de mis campos alcarreños. me abrazaste fuertemente. entraríamos en los secretos del amor, y luego en un largo silencio, pra este ser interrupido de nuevo en frases, cortas y suspiros largos.
Gritos en la calle: nacía un nuevo año, Sonaron doce campanadas en una torre cercana. Los gritos se hacían mas sonoros. las gentes expresaban su alegría...
Fuera ya en aquel instante en que nació mi grito de silencio... que hoy se despierta de nuevo. Fue en ese instante en que nacería otro acto de amor, y que te guardaría, tal y como te veía a mi lado: dulce y entregada.
Pero llegó la madrugada, y tu partida. yo no te pregunté nada. respeté tu silencio, y si me dolió aquel beso breve. El amor se perdería tras aquella vieja puerta: te perdería para siempre en la gran ciudad.
Te reclamó muchas veces mi memoria, y hasta te escribía cartas y poemas, que destruiría, después. Todo se perdío en el tiempo. Te busqué en el bar que dijiste frecuentabas, te describía al camarero, que me miró de manera estúpida: nada.
Te habías marchado, de la misma manera que habías llegado. Me importabas, y por eso te busqué... guardaría tu aliento y el calor de tu cuerpo mucho tiempo. guardaría tu adiós precipitado, aquella mañana en que te perdiste, a lo largo de la calle... sin saber que te llevabas algo de mi. El reloj daba las nueve de la mañana. El reloj ha sonado de nuevo entre olivares.
J. M. (libertad)
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Buenas tardes AMIGO Libertad, este escrito tuyo no le vi esta mañana, pues cuando me despedí cerré de inmediato y me lance a la calle con asuntos pendientes, pero veo que esos paseos mañaneros por los Olivares Toledanos te inspiran u hasta traen bellos recuerdos de una no menos bella ciudad.

Bonita forma de comenzar el nuevo año, a pesar de que al despertar la soledad era tu única compañía, pero me ha gustado y solo puedo decir que viva el amor aunque sea pasajero…cuidaros por casa
Buenas tardes Juan, bonito relato, y supongo me creeras cuando lo digo... conforme leia se me puso un poco la carne de gallina, fijate que curioso dos seres que se sienten solos, y se encuentran y comparten algo mas que unas palabras en un dia especial como era aquel fin de año, y como dos seres entregados pueden desaparecer asi.. sin dejar rastro... y sin decir nada... pero cuanto dejaron dentro... no se si alguna vez volviste a saber de ella o si el azar hizo de las suyas, pero lo que si se es que el reloj, ese reloj al que tantas veces hemos dicho que detenga su camino, en este caso ha vuelto a funcionar y trajo nuevamente a tu recuerdo ese dia en aquella ciudad del amor....

Besos ... (ver texto completo)