Buen día amig@s.
Que hoy luce el sol, se terminó el viento y el agua, ahora toca faena, ¿verdad Pablo que luce el sol?
Yo también vuelvo luego, ahora toca preparar comida, esto ha sido un pequeño descanso, unos parar al aperitivo, al cigarrito, pues yo mi parada la hago aquí, con vosotros.
Que hoy luce el sol, se terminó el viento y el agua, ahora toca faena, ¿verdad Pablo que luce el sol?
Yo también vuelvo luego, ahora toca preparar comida, esto ha sido un pequeño descanso, unos parar al aperitivo, al cigarrito, pues yo mi parada la hago aquí, con vosotros.
Bueno chicos, como yo no soy muy bueno para chistes, y por variar u poco... ¿Que tal un poema, que como el tiempo retorne de sol a viento y lluvia? Este no es de hoy. Este posiblemente "nació" no muy lejos de los puentes del "seine", allá por mis 30, que ya es decir! Jo... amigos, es que me veo ayer en una foto de aquellos tiempos, y me dan gana y... que cambió! Bueno tampoco asusto.
LA TARDE AQUELLA
E la tarde aquella, todo eran cantos:
cantos y flores en la ribera
quieta serena,, ancha del sena.
Yo... ¿Que pensaba? en mis amores
En las praderas, llenas de flores:
se despertaban, sueltas al viento
miles de flores en las praderas.
Y aquella niña... mujer morena
me caminaba, sus trenzas sueltas:
las trenzas largas, que yo tocara
cerca del río, una mañana.
Vuelo de aves. Piar de aves
cantos y cantos de ruiseñores...
luego la calma: dulce ventura.
Me musitaste, con gran dulzura...
Me propiciaste tanta ternura.
te abandonaste, joven, tan pura.
que me colmaste, aquella tarde.
Aquella tarde, bella en amores
que me colmaste que propiciaste
tus mil amores... mujer: ¿recuerdas?
Fuera en el roble, sobre la senda:
bellos cantares, ecos de amores
que contemplaban verdes trigales...
Y te ausentaste, luego una tarde:
tarde de otoño se desnudaban
triste los árboles, se deshojaban
cuando dijiste:! Espera!! Espera!
Y te marchaste... no me esperaste.
Si repetiste! espera!! espera,
tal vez te nazcan, tal vez florezcan
un día otras flores en tu pradera.
MONEDERO.
LA TARDE AQUELLA
E la tarde aquella, todo eran cantos:
cantos y flores en la ribera
quieta serena,, ancha del sena.
Yo... ¿Que pensaba? en mis amores
En las praderas, llenas de flores:
se despertaban, sueltas al viento
miles de flores en las praderas.
Y aquella niña... mujer morena
me caminaba, sus trenzas sueltas:
las trenzas largas, que yo tocara
cerca del río, una mañana.
Vuelo de aves. Piar de aves
cantos y cantos de ruiseñores...
luego la calma: dulce ventura.
Me musitaste, con gran dulzura...
Me propiciaste tanta ternura.
te abandonaste, joven, tan pura.
que me colmaste, aquella tarde.
Aquella tarde, bella en amores
que me colmaste que propiciaste
tus mil amores... mujer: ¿recuerdas?
Fuera en el roble, sobre la senda:
bellos cantares, ecos de amores
que contemplaban verdes trigales...
Y te ausentaste, luego una tarde:
tarde de otoño se desnudaban
triste los árboles, se deshojaban
cuando dijiste:! Espera!! Espera!
Y te marchaste... no me esperaste.
Si repetiste! espera!! espera,
tal vez te nazcan, tal vez florezcan
un día otras flores en tu pradera.
MONEDERO.
