Libertad, aguantarte es un placer.
Tus relatos me llegan hondo y a la vez me hacen estar contigo en muchas de esas ideas que plasmas en tus escritos.
Como Oliva y Cubero, doy gracias de tener aún a mi madre conmigo y ojala y me dure todavía muchos años, a pesar de sus 86 añitos.
Tienes toda la razón cuando dices que las madres sufren. Yo recuerdo cuando joven, bueno sigo siendolo, pero bastante más joven, así como veinti pocos años, que alguna vez he salido con mi hermano pequeño, con el que me llevo cinco años, y con sus amigos.
Ya sabes, cuando uno está entre amigos y se encuentra agusto, el tiempo pasa volando y eso nos pasaba a nosotros.
Cuando llegábamos a casa, tarde claro está, mi madre estaba nerviosa, ella siempre pensaba que nos retrasábamos y nos podía haber pasado algo; hasta nos imaginaba tirados en una cuneta.
Yo siempre le decía que porque nos iba a pasar algo, que estabamos charlando en una cafeteria y no nos dabamos cuenta de la hora, solo era eso, no hacía falta hacer nada extraordinario para retrasarse.
Pues fijate, cuando yo me quedaba en casa sin salir, un poco me pasaba como a ella, hasta que mi hermano no llegaba, no me dormía tranquila.
Ahora que soy madre, lo entiendo más aún, mi hijo tiene 18 años y ese miedo que ella sentía, lo siento yo, aunque intento no transmitírselo a él.
Cuando sale, le espero levantada y hasta que no estamos al completo no me quedo tranquila.
No sé si seré rara, pero veo que en mí, la historia se repite.
Libertad, bello tu relato, de un hijo, según tú no tan preferido, sino ausente y rebelde, pero con mucho cariño hacia su madre.
Seguro que ella estará muy orgullosa de tí, desde esa estrella que ahora es su hogar
Un beso con todo mi corazón de esta tu amiga
Tus relatos me llegan hondo y a la vez me hacen estar contigo en muchas de esas ideas que plasmas en tus escritos.
Como Oliva y Cubero, doy gracias de tener aún a mi madre conmigo y ojala y me dure todavía muchos años, a pesar de sus 86 añitos.
Tienes toda la razón cuando dices que las madres sufren. Yo recuerdo cuando joven, bueno sigo siendolo, pero bastante más joven, así como veinti pocos años, que alguna vez he salido con mi hermano pequeño, con el que me llevo cinco años, y con sus amigos.
Ya sabes, cuando uno está entre amigos y se encuentra agusto, el tiempo pasa volando y eso nos pasaba a nosotros.
Cuando llegábamos a casa, tarde claro está, mi madre estaba nerviosa, ella siempre pensaba que nos retrasábamos y nos podía haber pasado algo; hasta nos imaginaba tirados en una cuneta.
Yo siempre le decía que porque nos iba a pasar algo, que estabamos charlando en una cafeteria y no nos dabamos cuenta de la hora, solo era eso, no hacía falta hacer nada extraordinario para retrasarse.
Pues fijate, cuando yo me quedaba en casa sin salir, un poco me pasaba como a ella, hasta que mi hermano no llegaba, no me dormía tranquila.
Ahora que soy madre, lo entiendo más aún, mi hijo tiene 18 años y ese miedo que ella sentía, lo siento yo, aunque intento no transmitírselo a él.
Cuando sale, le espero levantada y hasta que no estamos al completo no me quedo tranquila.
No sé si seré rara, pero veo que en mí, la historia se repite.
Libertad, bello tu relato, de un hijo, según tú no tan preferido, sino ausente y rebelde, pero con mucho cariño hacia su madre.
Seguro que ella estará muy orgullosa de tí, desde esa estrella que ahora es su hogar
Un beso con todo mi corazón de esta tu amiga
Apreciando, los chistes de Cubero; que hacen sonrreír, las palabras de María, mujer cabal y con hondos sentimientos, que también abundan tras lo que Cubero esconde a veces y manifiesta otras: Hoy, Loli, amiga, prosigamos, con las madres; esos seres tan especiales, que dan mucho a los hijos sin ser en justa medida correspondidas, Y como pasado mañana, se impone un viaje a Alcalá de Henares, donde está enterrada junto a mi padre, espero tener tiempo y entre unas flores dejarle este poema, que uya tiene tres días de vida, puesto que nació en la noche del Domingo.
ALGO ME ANOCHECIÓ AQUEL DÍA
GRIS. SE ME ESCAPÓ UNA PRIMAVERA...
ME QUEDAN INTACTAS LAS MAS BELLAS
ESTRELLAS, MADRE! Y COMO BRILLAN!
+++
Se apagó tu luz, madre: la eterna sombra
puso su oscuro abrazo en mis caminos.
Mi memoria hacia ti la abrazo y la revivo
en las tristezas y alegrías que te nombran.
Cara al cielo tu me diste miles de cosas
que hoy retengo en mi corazón entristecido.
Fuiste: el reposo, primero: tan primerísimo
que se desangra en tu recuerdo muchas horas.
Tu eres madre, mi alegría, grande, silenciosa:
mi alimento. Ese viento que rige mi destino.
Eres mesa y pan: sustento y aire que respiro...
Eres sonido de mi corazón sobre tu losa.
! Como vuelan hoy en el cielo las palomas,
madre!... Hoy hay paz en sus vuelos sucesivos.
reza el campo- nuestro campo- en mil lirios,
en coloridos que tu ausencia me sollozan.
! Tu no llores! Tu no escuches mi congoja:
esa pena que me grita: La he perdido!...
! No estás sola,- nunca sola- está contigo.
el brillo de mi llanto entre las rosas!
Y las rosas te preguntan y te arropan...
y re besan y te dicen: ¿tienes frío?
Y te hablan mil diabluras de aquel niño
y te can tan sus ausencias... y te cantan...
MONEDERO.
ALGO ME ANOCHECIÓ AQUEL DÍA
GRIS. SE ME ESCAPÓ UNA PRIMAVERA...
ME QUEDAN INTACTAS LAS MAS BELLAS
ESTRELLAS, MADRE! Y COMO BRILLAN!
+++
Se apagó tu luz, madre: la eterna sombra
puso su oscuro abrazo en mis caminos.
Mi memoria hacia ti la abrazo y la revivo
en las tristezas y alegrías que te nombran.
Cara al cielo tu me diste miles de cosas
que hoy retengo en mi corazón entristecido.
Fuiste: el reposo, primero: tan primerísimo
que se desangra en tu recuerdo muchas horas.
Tu eres madre, mi alegría, grande, silenciosa:
mi alimento. Ese viento que rige mi destino.
Eres mesa y pan: sustento y aire que respiro...
Eres sonido de mi corazón sobre tu losa.
! Como vuelan hoy en el cielo las palomas,
madre!... Hoy hay paz en sus vuelos sucesivos.
reza el campo- nuestro campo- en mil lirios,
en coloridos que tu ausencia me sollozan.
! Tu no llores! Tu no escuches mi congoja:
esa pena que me grita: La he perdido!...
! No estás sola,- nunca sola- está contigo.
el brillo de mi llanto entre las rosas!
Y las rosas te preguntan y te arropan...
y re besan y te dicen: ¿tienes frío?
Y te hablan mil diabluras de aquel niño
y te can tan sus ausencias... y te cantan...
MONEDERO.
Hola a tod@s, Libertad, no dejas de sorprenderme, guardada tengo ya la última poesía que con tanto sentimiento has dedicado a tu madre y que bien seguro a ella, de alguna forma le habrá llegado, he leído algo por Aldea, deseo sea algo sin importancia y que no sea lo que te lleva a visitar Alcalá de Henares, ya escribiré..
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