Lo que los señores que deciden sobre Elcogás se juegan en esta partida es mucho más (para ellos por supuesto) que 300 o 1500 puestos de trabajo, en otras ocasiones han firmado muchos más despidos y después lo han celebrado (el esfuerzo negociador, se entiende ¿no?) con una buena cena en la que han participado de “espías” algunos dirigentes sindicales. Se juegan su lugar en ese estanco y “pequeño” mercado interno que es el propio oligopolio.
Una magnifica movilización como la del día 10 es insuficiente para que estos señores introduzcan a Elcogás en su juego de poder y dinero. Por otro lado, para muchos de los que en ella hemos participado, y tras la experiencia tan negativa de la política sindical en las últimas décadas, es poco recoger un grupo “centro de mesa” y una mueca de solidaridad del Ministro.
