! Hola María! Yo diría que se me amontona el trabajo. Respondía muy de madrugada, a todo aquel que de alguna manera, menciona la palabra con la que firmo.
Yo diría que podría elaborar una crónica diaria de cabreo, como consecuencia de cuanto nos cuentan los diarios, de jubilaciones millonarias. De sueldazos que son una burla. De supuestas corruptelas... Y llegan: Y siguen clamando los que tienen hambre, dentro y detrás de cada frontera. Y aunque algunas rimas no queden muy guapas: siguen llegando pateras. ¿Quienes son los culpables? ¿Los gobiernos?! No!, Los hombres: las fronteras económicas. Aquellos que poseen de todo y quieren mas. Se havbla de directores de bancos, y otras gentes poseedoras de mucho y que amasan mas y mas. Se discute hasta la mísera cantidad (limosna) que se les da a los parados. Se habla de dineros repartidos a diestro y siniestro, de costosos regalos... Y mientras tanto por todos los rincones mueren niños al lado de madres hambrientas. Y en las ciudades y pueblos caminan gentes silenciosas, mendigando un trabajo... que enriquecerá a alguno.! Que no! Que yo no rezo de la forma que me eseñaron, que yo aprendí que los parches no solucionan los problemas. que yo me convencí de que ningún dios está en todas partes. Que sí, que yo como todos los días. que otros, han comido a mi costa. Que el sudor está muy mal repartido, al igual que el esfuerzo. Que el hombre escribe la historia, y esta está llena de mucha tristeza, consecuencia de su comportamiento.
Hoy hubiera querido un relato de amor (de hecho aquí espera, porque sumido en el momento en que sueño me olvido que el mundo está podrido. Y hasta pienso, que la historia nos ha dado lo que merecemos, y me pregunto, si no merecemos mas... y si un día no despierta la ira. que de hecho noestá de el todo dormida.
MIRA
Escucha hoy que sin ira
me nacen palabras bondadosas:
atiende estas palabras muy antiguas.
Escucha, en el bullicio y de las sombras
el grito de muchos hombres; sin demora´.
Escucha,"hermano" palabras, muy sencillas
mientras miras esas manos
suplicantes, hambrientas, ateridas.
Escucha cada brote de llanto:
cada llamada, ultrajada y mira.
Mira cada pisada en el barro
y en el doblar de cada esquina
el gotera amargo
de mil tristezas: mira.
Mira la luvia de muchos ojos
y en la nieve donde tiritan...
porque el hombre, porque el viento...
porque el frío...
Porque el suelo...
porque niños
medio vivos,
porque niños nacen muertos.
porque el hombre frío yerto
nunca mira...
esos cuerpos
que agonizan.
Hombre
detente;
mira...
en los cuerpos
tanta herida.
Presta abriles:
un trozo de amor a su agonía
para que callen los fusiles.
LIBERTAD.
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