Faltan las orejas en el bar de pedro con sus duelos y quebrantos sus partidas de domino , su servicio de helados de alta cuberteria de bohemia , con el roker metiendo el tupe en los cafes y ese incombustible olor a brumel de garrafa y esa forma de jugarse las vidas en el tapete con manchas de calamares fritos y organizando timbas en las que da miedo entrar .
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