Bueno os voy dejando por ahora, Luismi no decaigas ¡vale!. Matapollos sigue con tu radio "Lebrachos" que nos ánima a todos. Pepe, cuidado con las lesiones, aunque el que lleva en la sangre el deporte, no lo puede remediar y sigue practicando. Guada, afina con la pesca y no vayas a dejarnos el pantano sin peces.
Perico cuidate y mira lo de la rotula.
Al final estamos ya cascaos, pues el que escribe anda con los meniscos hechos polvo. Me dio el traumatólogo un día: usted tiene los tobillos y meniscos muy cascaos y creo que de jugar al fútbol en campos mul malos. Yo le contesté. malos no, malísimos, de tierra y con piedras. Pero volvería a jugar otra vez si la vida diera una vuelta por arte de mágia... es el de mi pueblo le dije. Peazos equipazos hubo allí. Se quedó mirando y se sonrió... así será.
Perico cuidate y mira lo de la rotula.
Al final estamos ya cascaos, pues el que escribe anda con los meniscos hechos polvo. Me dio el traumatólogo un día: usted tiene los tobillos y meniscos muy cascaos y creo que de jugar al fútbol en campos mul malos. Yo le contesté. malos no, malísimos, de tierra y con piedras. Pero volvería a jugar otra vez si la vida diera una vuelta por arte de mágia... es el de mi pueblo le dije. Peazos equipazos hubo allí. Se quedó mirando y se sonrió... así será.
Buenas tardes Apo. Dices bien, cuando uno lleva algo en la sangre es muy dificil separarlo. De todos modos parece que me voy mentalizando que cada vez hay que bajar un poco más cada día el pistón, pero dejarlo nunca que no sea por obligación, o dicho de otro modo, cuando no se pueda dar ni paso. Lo que te produce satisfacción, disfrute y calidad de vida, es mu dificil dejarlo a un lado. Un abrazo.
Pepe, no me extraña que te guste hacer rutas y moverte, solo con ver los paisajes se te van las piernas aunque no se esté bien del todo físicamente, además respirando aire puro y no como en otros sitios. Un abrazo
Buenos días Mariano. El patear las montañas te tiene que salir de dentro. Los paisanos de la zona, incluidos los jóvenes, son muy pocos los que aprecian lo que tienen, quizá porque lo ven y disfrutan desde que nacen. De hecho la mayoría conoce excasamente su pueblo y pocos más. Yo me lo conozco palmo a palmo y he disfrutado durante casi cuarenta años como un niño, y lo sigo haciendo, bajando la intensidad, pero aún salgo. Un abrazo.
Me alegro mucho, yo también disfrutaría mucho de andar por esos paisajes con una naturaleza tan brutal. Entiendo a que los aue han nacido por esas tierras les llame menos la atención. Un abrazo Pepe
